Las instalaciones de cabecera de Arcelor -baterías de cok, sínter, hornos altos y acerías- son las más contaminantes de las plantas. DAMIÁN ARIENZA

Arcelor plantea en Asturias uno de sus mayores centros de producción de acero verde

La compañía acometerá una reforma integral de sus instalaciones para fabricar la gama ecológica XCarb

NOELIA A. ERAUSQUIN

GIJÓN.

Domingo, 4 de julio 2021, 01:25

Asturias llegaba tarde al proceso de descarbonización de Arcelor. Sus plantas en España eran, junto con las polacas, las únicas que no contaban con un proyecto encaminado a reducir las emisiones siderúrgicas de forma notable, más allá de la inyección de gas de cok ... que se utiliza en el horno alto 'B'. Y, sin embargo, sus factorías de Gijón y Avilés darán un salto de gigante en el corto plazo. La multinacional presentará, previsiblemente el próximo día 13, un plan industrial completo para transformar el proceso de producción de sus plantas en la región. Según han confirmado a este periódico fuentes conocedoras del proyecto, no serán instalaciones experimentales, como la planta piloto de captura de CO2 que impulsa en Dunkerque (Francia), u otros proyectos que se articulan en clave de ensayos para probar tecnologías que aún no están maduras, sino que prevé convertir al Principado en uno de los mayores centros de producción de acero verde de Europa, para lo que se contará con financiación comunitaria.

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El objetivo es que de Asturias pueda salir la gama XCarb, una iniciativa dividida, de momento, en tres planes distintos como parte de su trayecto para lograr el balance de cero emisiones en 2050. En concreto, este proyecto plantea certificados XCarb de acero ecológico, que permitirán a los clientes que los adquieran incorporar esa reducción de emisiones a su actividad y compensar así de alguna forma el sobrecoste que supondrá esta producción verde. La multinacional espera contar con 600.000 toneladas acreditadas a finales de 2022, debido a la reducción de emisiones en sus plantas, e ir aumentando esta cifra a medida que vayan desarrollándose distintos proyectos de descarbonización en sus factorías. De momento, las plantas asturianas solo podrían contribuir mediante la inversión acometida para inyectar gas de cok y de acería en distintos procesos. En el primer caso, se evitan emitir a la atmósfera alrededor de 125.000 toneladas de CO2, una cifra exigua con lo que se quiere conseguir realmente.

El plan industrial que se presentará en unos días, sin embargo, permitirá a Asturias ser un actor clave en este proceso descarbonizador, que pasa por acumular los ahorros de CO2, que se verifican de forma independiente para convertirse en certificados XCarb de acero ecológico mediante un factor de conversión que representa la intensidad media de carbono de la siderurgia integrada en Europa. Por lo tanto, el plan ofrece a los clientes la oportunidad de comprar certificados junto con sus pedidos físicos de acero, permitiéndoles así informar de una reducción de sus emisiones de carbono de Alcance 3 de acuerdo con el Estándar Corporativo de Contabilidad y Reporte del Protocolo de GEI (gases de efecto invernadero). En definitiva, acreditar un descenso en su huella de carbono.

Aunque la multinacional siderúrgica no cuantifica sus emisiones en Asturias, sí reconoce que son alrededor de 1,75 toneladas por cada una de acero que expide. Este año, con una previsión de producción de alrededor de 4,5 millones de toneladas, serían alrededor de 7,8 millones de toneladas de carbono. Queda, por tanto, muchísimo camino para alcanzar la neutralidad climática que el grupo aspira lograr en 2050.

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Sin embargo, a medio plazo ya tiene otra meta fijada, una reducción del 30% en relación a las emisiones de 2018, un porcentaje que es más que probable que aumente, al igual que la Unión Europea ha elevado su objetivo hasta el 55%. La compañía tiene previsto publicar una ampliación de su informe de Acción por el Clima en Europa en el que podría incrementar esa previsión de reducción, lo que implica acelerar los planes de descarbonización en sus factorías. «Estamos decididos a liderar la transición de nuestra industria hacia un acero neutro en carbono», asegura el presidente de la compañía, Aditya Mittal.

Además de los certificados XCarb de acero ecológico, las otras dos patas de este proyecto pasan por impulsar un fondo de innovación por el que invertirá hasta 100 millones de dólares (84 de euros) anuales en empresas innovadoras que desarrollen tecnologías pioneras que aceleren la descarbonización del sector y expedir productos XCarb reciclados y fabricados de forma renovable.

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En este último caso, Asturias podría tener también una gran oportunidad, ya que estos se plantean mediante un horno de arco eléctrico que utilice chatarra de acero y energía renovable. Precisamente, esta es una de las inversiones que se barajan para transformar la cabecera asturiana, que tiene un horno alto cerca de terminar su vía útil, el 'A', y la acería de Gijón obsoleta. En ambos casos se descartan realizar grandes inversiones para mantener la actividad tal cual, y se plantea transformar por completo el proceso, lo que encaja con ese horno eléctrico.

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