Las baterías de cok de Arcelor en su factoría de Gijón. E. C.

Arcelor ve insuficientes las renovables y necesitará capturar CO2 para descarbonizarse en Asturias

Su CEO en España defiende frente a los ecologistas los esfuerzos climáticos del grupo y considera «engañosos» unos objetivos superiores

Sábado, 31 de agosto 2024, 02:00

El consejero delegado de ArcelorMittal en España, Philippe Meyran, se explaya en una carta de más de seis folios sobre los esfuerzos del grupo en materia de descarbonización y de derechos humanos. Lo hace en respuesta a una misiva previa, enviada por Ecologistas ... en Acción en Asturias, en la que esta organización, entre otras cuestiones, pedía transparencia en los procesos de descarbonización de las plantas asturianas, aclarar la utilización de la ayuda de 450 millones que tiene la empresa concedida y exigía el cierre de las baterías de cok por su impacto ambiental. Frente a estas demandas, el máximo responsable de las factorías de Gijón y Avilés reconoce que la siderurgia tiene un importante camino que recorrer hacia la neutralidad climática, pero también advierte de que sería «engañoso» dar la impresión de que se puede alcanzar un objetivo superior al actual.

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La multinacional prevé reducir sus emisiones en Europa en un 35% para 2030 y el reto, explica Meyran, «es esencialmente energético». No obstante, también advierte de que no solo serán necesarias «significativas cantidades de energía renovable» para el proceso de reducción directa del mineral de hierro (DRI) con hidrógeno verde, llamado de alguna manera a sustituir el que se realiza ahora en los hornos altos, y su posterior transformación en el horno eléctrico. Se requerirán también importantes capacidades de captura, almacenamiento y reutilización de CO2.

Los ecologistas, sin embargo, rechazan esta última opción, que consideran que puede perpetuar un modelo de producción contaminante. «Pretende continuar generando emisiones de carbono e intentaría compensarlas con una tecnología que aún no se ha desarrollado a escala industrial», censura la organización, que asegura que «otros competidores han demostrado que la descarbonización puede realizarse sin perpetuar el uso de gas fósil o carbono».

Meyran, por contra, insiste en que la cantidad de electricidad renovable que necesitaría el sector «es un reto», ya que implicaría contar con el doble de generación eólica y solar instalada en la actualidad únicamente para la siderurgia. Y recuerda, además, que el posicionamiento de Arcelor en materia de captura, utilización y almacenamiento de CO2 coincide con el de organismos como la Agencia Internacional de la Energía, que calcula que en 2050 el 37% de la producción de acero primario se realizará utilizando estas tecnologías, conocidas como CCUS. «Esto no supone una falta de compromiso o de ambición, sino un reflejo sincero del reto que conlleva la descarbonización de una empresa que opera en un sector necesario en el que, sin embargo, resulta difícil reducir las emisiones», recalca el CEO de la multinacional.

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Entre esos esfuerzos apunta el inicio de la construcción del horno eléctrico de la acería de Gijón, con 213 millones de inversión; la inyección de gas de cok en el horno alto 'B', que permite una reducción anual de 200.000 toneladas de CO2; el avance de otros proyectos a nivel europeo en fase de ingeniería; o el aumento de la producción en la acería eléctrica de Sestao.

Pero avisa de que la compañía poco podrá hacer de forma aislada y que requiere de inversiones por parte de terceros en renovables y otro tipo de infraestructuras, así como un marco político favorable y efectivo, que actualmente ve ausente a escala mundial, que permita asegurar la competitividad de las empresas pioneras.

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Planta de DRI

Por otro lado, sobre los 450 millones de euros en ayudas para abordar el proyecto de la planta de DRI, que está bloqueado por las dudas sobre su viabilidad, Meyran considera la concesión «un hito decisivo que permite seguir avanzando». Sin embargo, «no se trata solo de conseguir la financiación inicial, sino de asegurar también que los costes futuros operativos y de mantenimiento de las instalaciones posibiliten que sean sostenibles y competitivas en el tiempo». Por ello, la empresa sigue «trabajando en paralelo con el Gobierno de España para configurar un escenario de costes energéticos que nos permita acometer las siguientes fases» del plan verde. De hecho, cree que las reformas que se están desarrollando favorecen que la industria disponga de unos precios energéticos más favorables, aunque reclama a su vez «una regulación sin sobresaltos que allane el camino».

Los ecologistas, sin embargo, ven «decepcionante» una respuesta en la que se «continúa sin dar explicaciones sobre las tecnologías y los plazos» que se utilizarán para descarbonizar el honor alto 'A', «ni sobre los 450 millones». También, lamentan que se prevea el mantenimiento de las baterías de cok y consideran la negociación con el Gobierno únicamente «centrada en conseguir los precios de la energía y el gas más baratos para la industria». En este contexto, vuelven a exigir «respuestas claras al futuro de la producción de acero en la planta asturiana».

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