El Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo llegaron la pasada madrugada a un acuerdo para articular el ajuste de carbono en frontera, que la gran industria asturiana lleva años reclamando para igualar los sobrecostes que asume por los derechos de emisión ... con los de sus competidores extracomunitarios. El nuevo arancel ambiental entrará en vigor el próximo 1 de octubre, aunque aún queda por definir el calendario concreto para su aplicación plena, y tiene novedades sobre las propuestas iniciales, ya que además de afectar al hierro, el acero, el cemento, los fertilizantes, la electricidad y el aluminio, también se amplía al hidrógeno, a las emisiones indirectas de CO2 -aunque con condiciones-, a algunas materias primas y también a ciertas manufacturas. Se trata, sin embargo, de un acuerdo parcial, que deja para el final de esta semana los principales escollos, como es la decisión sobre el calendario de recorte de derechos de emisión gratuitos o cómo se compensarán los sobrecostes de este sistema para las exportaciones. Precisamente, la duración del periodo transitorio del arancel ambiental y su fecha de introducción plena dependerán también de que se salven las diferencias que separan las posturas de las tres instituciones europeas.
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La inclusión del hidrógeno en este ajuste en frontera, que aún no se había previsto, es clave para el desarrollo de las infraestructuras que se plantean para Asturias. Mientras que este mecanismo se espera que pueda proteger la producción de compañías como Arcelor, Fertiberia o Cementos de Tudela Veguín de la competencia desleal de plantas extracomunitarias. Además, todos los sectores que esten dentro del mercado de derechos de emisión se tendrán que incorporar progresivamente al mecanismo de ajuste en frontera para 2030, con prioridad para las industrias más contaminantes.
El acuerdo provisional será sometido a votación y deberá recibir la luz verde final del pleno del Parlamento Europeo y el Consejo, después de ser negociado en lo que se conoce como trílogos. Son grupos informales con representantes de las tres instituciones para consensuar un texto aceptable para todas sin que pase por la totalidad de las etapas del farragoso procedimiento. Gracias a este mecanismo, alrededor del 90% de las propuestas se aprueban en primera lectura y solo un 2% llegan a la fase de conciliación.
Para la eurodiputada asturiana Susana Solís (Ciudadanos), el resultado es positivo, «pero resulta evidente que los temas más decisivos para Asturias se han dejado aparcados para la negociación de la reforma del mercado de emisiones». En este sentido pide cautela, «hasta que la otra mitad del acuerdo llegue a buen puerto». Igualmente, considera que la aprobación final del mecanismo de ajuste de carbono en frontera supone un paso adelante para la Unión Europea y su industria. «Algo que llevábamos reclamando desde hace años. Hay que asegurar que es útil complementándolo con el acuerdo que está por venir esta semana: fijar un calendario digerible para la transformación de la industria y crear un mecanismo que proteja nuestras exportaciones en aquellos mercados en los que no los estándares medioambientales son exiguos o directamente no existen», señaló.
Por su parte, el eurodiputado socialista Jonás Fernández, calificó «de gran noticia» el acuerdo. «Estamos siguiendo las negociaciones de la revisión del mercado de derechos de emisión, que establecerá el calendario de introducción del arancel ambiental y de eliminación de los derechos de emisión gratuitos. Confío en que el acuerdo al que lleguen los colegisladores europeos sea satisfactorio para la industria asturiana y permita acometer la transición ecológica con garantías».
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Destacó Fernández, además, que el establecimiento de un gravamen a las importaciones de CO2 «es un avance fundamental para garantizar la sostenibilidad del sector industrial asturiano» y se felicitó por ser uno de los compromisos con los que »los que los socialistas de Asturias concurrimos a las elecciones europeas de 2019. Es una gran satisfacción que ya sea una realidad«.
Por otro lado, según traslada el eurodiputado socialista está previsto que, en los próximos días, la Comisión Europea dé luz verde al Plan de Transición Justa de España, del que Asturias será la principal receptora de fondos. Este plan cubre los tres pilares del Mecanismo de Transición Justa: el Fondo de Transición Justa; el régimen de transición justa del programa InvestEU; y la herramienta de crédito para el sector público de regiones en transición.
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