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EDUARDO PANEQUE
GIJÓN.
Sábado, 28 de diciembre 2019, 01:36
La celebración de la Nochevieja y Año Nuevo no trae consigo el mismo furor en los establecimientos que las semanas navideñas precedentes. Y, aunque eso se nota en las colas de los establecimientos y en los volúmenes de pedidos, no tanto en los precios. ... Porque la merluza o el besugo siguen con precios por las nubes a la espera de que la mejora de las condiciones climatológicas permita recuperar el ritmo normal de abastecimiento. «Apenas está viniendo pescado, muy poca variedad, y el que lo hace está muy caro», cuenta Cristina López de la Pescadería Semar en Gijón. Tan solo hay que mirar algunos ejemplos. A cuatro días para acabar el año, la merluza sigue por encima de los 20 euros el kilo (22,90) o el besugo a 48, este sí, un coste ligeramente inferior a hace una semana. La alternativa a este último «más rico y ahorrándote unos centimillos», según recomiendan algunas clientas del mercado, es el rubiel. En concreto, 10 euros menos: 38,90 el kilo. Pero la estrella de los próximos días es el marisco. «Más que en Nochebuena porque es más fácil de preparar», añade Cristina López. No solo eso, también aliviará un tanto los bolsillos. Según un informe publicado por la OCU, la inmensa mayoría de estos productos están más baratos que hace un año: las ostras (-31%), los percebes (-28%) o los langostinos, que ya caen por debajo de los 20 euros el kilo. La nota discordante la ponen las almejas, pero por motivos bien distintos. Las informaciones sobre las detenciones por un posible fraude en la comercialización de este bivalvo han influido en la caída en las ventas. Siguiendo el citado estudio, están cinco euros el kilo más caro que hace una semana, acumulan una subida del 65,4% desde principios de diciembre y hasta un 85% si ampliamos la comparativa hasta 2015. Pero los más sibaritas, aquellos que no miran con lupa los precios, probablemente optarán por las angulas. Un coste que no solo no está al alcance de todos (794 euros) sino que se han encarecido en un 20% este año.
El principal competidor de la cesta de la compra de estos días no son los propios establecimientos, sino, a diferencia de la Nochebuena, los encargos a restaurantes o, directamente, las cenas fuera de casa. Celebraciones distintas, tradiciones distintas. Con todo, en la carnicería la mayoría del género permanece prácticamente inalterable. No obstante, con el paso de los años, el típico lechazo, empieza a perder adeptos por estas fechas. «La gente quiere cocinar lo justo así que la mayoría de los encargos que nosotros recibimos son de rollo de carne, chuleta y, entre lo más vendido este año, el rosbif», cuenta Alejandro Rodríguez de Carnicería Rosi. Aunque el primero no se ha encarecido (19 euros) es difícil competir con los restantes o el cachopo (12 euros).
Y como no, una piña antes de los postres. Por aquello de lo digestivo. Y las uvas, claro, que invadirán los establecimientos el próximo lunes con un precio entorno a los 3,90. Pero, sorprenda o no a propios o extraños, lo más demandado son los productos necesarios para la elaboración de macedonias. «Cada vez vendemos más lichis, cerezas o papaya», dice Cristina Blanco, de Frutas Cris.
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