El nuevo impuesto que encarecerá el aire acondicionado hasta un 10%

A partir del 1 de septiembre, los aparatos de aire acondicionado, los congeladores y en general los equipos de refrigeración serán hasta un 10% más caros en España tras la aprobación el pasado 8 de julio en el Congreso de los Diputados de la Ley 14/2022. En concreto, es una reforma del impuesto de gases fluorados, que ya existía, pero que solo repercutía a los que vendían directamente los gases fluorados al consumidor final. Sin embargo, con el cambio introducido se encarece el precio de los equipos de refrigeración y aire acondicionado entre el 5 y el 10%, ya que entrarán en juego todos los sectores que tienen alguna relación con estos gases, independientemente su función.

Por lo tanto, se aplica en la fabricación e importación de nuevos equipos y sistemas de refrigeración, aire acondicionado, bombas de calor y electrodomésticos, hasta ahora exentos, según informa la AEFYT (Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologías). Los sectores que se verán afectados son el de la automoción, hostelería, supermercados, industria alimentaria, y grandes almacenes que vendan aparatos de calor y frío.

Según este medio, hasta 20 asociaciones empresariales han presentado alegaciones al anteproyecto y afirman que su entrada en vigor «repercutirá en diferentes sectores de la economía, pero también en los hogares o el pequeño comercio».

Las multas por el incumplimiento de «de la obligación de inscripción en el Registro territorial del Impuesto sobre los Gases Fluorados de Efecto Invernadero prevista en los números 3 y 5 del apartado dieciséis» pueden ascender hasta los 1.500 euros. En caso de que se produzca la existencia de «diferencias en menos de los gases objeto del impuesto en los fabricantes», la multa será del 100% del importe de la cuota que hubiese correspondido a dichos gases.

Límite de 27 grados para el aire acondicionado y escaparates apagados a partir de las diez de la noche. Son las dos medidas del plan de ahorro energético aprobado por el Gobierno que ya están en vigor hasta el 1 de noviembre de 2023 para intentar reducir un 7% el consumo nacional.

El Gobierno sostiene que si se limita a 27º C el aire acondicionado y si se mantienen las puertas y las ventanas cerradas mientras está puesto, se puede lograr estabilizar la temperatura, además del ahorro en la factura ya que cada grado extra que bajamos supone un 7 % más de coste, según las estimaciones de expertos e instituciones como la Comisión Europea, la ONU o la Agencia Internacional de la Energía.

Esta normativa se aplicará en edificios públicos y administrativos, espacios comerciales y grandes almacenes, infraestructuras y estaciones de transporte, espacios culturales, de restauración y hoteles. Centros como restaurantes y gimnasios han quedado finalmente excluidos.

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