Los agricultores colapsarán Madrid con 1.000 tractores para presionar al Gobierno

Según lo previsto, hasta seis columnas procedentes de varias comunidades autónomas entrarán por diferentes radiales, dándose cita a las 10.30h en la Plaza de la Independencia para llegar hasta Atocha, a las puertas del Ministerio.

Esta gran tractorada está convocada desde el pasado mes de diciembre, en pleno estallido del sector en otros países europeos. Unión de Uniones fue, de hecho, la primera organización en convocar paros en España, ante la evidente división con las otras organizaciones profesionales del sector -Asaja, Coag y UPA-, que sí se han reunido en dos ocasiones con el Gobierno. La última vez, el pasado jueves, cuando Luis Planas lanzó un paquete de 18 medidas para atender parte de las reivindicaciones del sector.

Pese a ello, estas tres organizaciones decidieron mantener sus protestas «al amenos hasta el 26 de febrero», coincidiendo con la celebración del consejo europeo de agricultura en Bruselas. Para ese día, han convocado otra tractorada en Madrid que partirá desde la sede del Ministerio hasta la oficina de la Comisión Europea en el céntrico Paseo de la Castellana.

Hasta entonces, seguirán desarrollando su calendario de movilizaciones al margen de la gran protesta que Unión de Uniones llevará a cabo este miércoles, al considerar que el plan planteado por Ejecutivo aborda «de una manera muy superficial» la crisis del campo.

Desde la organización consideran que las medidas propuestas para mejorar la cadena alimentaria son «puro maquillaje». Entre las más importantes anunciadas por Planas, está la de dotar de carácter estatal a la actual Agencia de Información y Control Alimentario, con el fin de que esa institución pueda contar con más fondos y más personal para realizar sus inspecciones y sancionar a aquellos que incumplan la norma que prohíbe vender a pérdidas.

Unión de Uniones pide que esas sanciones sean más elevadas y reclama al Ministerio que se publiquen los criterios sobre los factores que determinan el coste de producción para los agricultores, con el fin de establecer referencias fijas para negociar los precios y, si llega el caso, defenderlos en los tribunales. «El Ministerio ha dado muestras claras de no querer mojarse en este asunto, publicando informes que no son ni lo que pide la ley, ni lo que necesita el sector», critican.

La institución ha detectado otras lagunas en la propuesta de Planas, como la problemática sobre los daños de la fauna salvaje a la agricultura y ganadería. «Tampoco hay nada sobre reformas laborales, fiscales y de seguridad social, nada del contrato eléctrico de doble tarifa, la ampliación de ayudas a la crisis por la sequía, etc.», indican.

Mientras las protestas se suceden, el Gobierno mantiene el foco en Bruselas, de donde dependen gran parte de las medidas que pueden aliviar la difícil situación por la que atraviesa el sector. Ante las duras movilizaciones en países como Francia o Alemania, la Comisión Europea ya ha dado marcha atrás en algunos de sus planes. Por ejemplo, se ha decidido suspender este año la obligacion de rebajar un 50% el uso de pesticidas, así como la obligación de destinar el 4% de la tierra a zona no cultivable.

Planas propondrá además flexibilizar la carga burocrática de la Política Agraria Común (PAC), después de haber permitido en su paquete de medidas que el cuaderno digital sea voluntario, con incentivos para quien decida adoptar esta herramienta de datos en el campo. Del mismo modo, defenderá la inclusión de las denominadas cláusulas espejo en los acuerdos comerciales con terceros países, para evitar competencia desleal.