Energía da el primer paso para legalizar la regasificadora de El Musel

Casi cinco años después de su finalización, la regasificadora de El Musel podrá ser legal. El Ministerio de Energía, que encabeza Álvaro Nadal, acaba de remitir a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) un proyecto de real decreto que permitirá regularizar determinados apartados del sistema gasístico nacional, uno de ellos, la infraestructura asturiana. Según publica hoy Cinco Días, ese real decreto no cita de manera expresa a la regasificadora, pero da permiso para construir instalaciones que «tuviesen aprobado el proyecto de ejecución ante de la entrada en vigor del Real Decreto Ley 13/2012», que estableció una especie de moratoria para muchos proyectos. Todas ellas, añade la información, podrán solicitar el acta de puesta en servicio «a los solos efectos de causar derecho al cobro de una retribución transitoria, dejando en suspenso su efectiva puesta en marcha». Además, «el Gobierno podría restablecer reglamentariamente la tramitación de dichas instalaciones».

La regasificadora de gas natural licuado de El Musel acabó de construirse en 2012, después de una inversión de 380 millones de euros, y es la única de España que se encuentra en situación de hibernación, después de una larga batalla juidicial. Ese proceso en los tribunales, que comenzó en 2009 con una denuncia de Los Verdes a Enagás por incumplimiento del reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas (Raminp), concluyó el año pasado cuando el Tribunal Supremo la declaraba ilegal.

El proyecto de real decreto que ultima el ministerio podría ser el punto y final a este largo peregrinaje, aunque el equipamiento gijonés, recuerda la información, tiene anulada la autorización administrativa previa y la nueva normativa solo sería de aplicación a aquellas plantas a las que únicamente les falte el acta de puesta en servicio.

El nuevo real decreto también permitirá, además de la regulalización de la instalación asturiana, el levantamiento de parte de la moratoria que pesa desde el año 2012 sobre varios gasoductos de transporte y estaciones de regulación «hasta la aprobación de una nueva planificación energética».

Uso mixto

La legalización de la regasificadora permitiría empezar a desarrollar los planes previstos para la misma. De hecho, Enagás aboga por un «uso mixto» para aprovechar «al máximo de su potencial», dada su ubicación estratégica, sin renunciar, expresó su consejero delegado, Marcelino Oreja, en una reciente visita a Asturias, a la función de suministro a la red de transporte primario de gas natural.

«No renunciamos a su uso como regasificadora, pero el mundo ha cambiado y en el sector del gas hay una sobreabundancia, por lo que las grandes comercializadoras necesitan un lugar para almacenarlo y la planta de Gijón se encuentra en un punto estratégico», argumentó.

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