R. M. / S. B.
Miércoles, 18 de enero 2017, 03:13
Que Alberto González fuese la última persona en ser llamado testificar de los cinco detenidos por el supuesto fraude en formación no es casual. Según fuentes conocedoras de este tipo de investigaciones, su testimonio podría resultar crucial para aclarar el caso. Y es que manejaba los números del sindicato desde los años 90, aunque no estaba en la primera línea dentro de la organización.
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Tanto Silvia Sariego como Alberto González eran meros trabajadores. La primera del IFES y el segundo directamente vinculado a la UGT regional, donde se ocupó de las nóminas durante años. De hecho, pese a que esa labor ya estaba externalizada, se le seguía conociendo como 'Alberto, el de las nóminas'. También se encargaba de justificar las subvenciones de formación y de otro tipo.
Respondía directamente ante Mónica Menéndez, ex secretaria de Administración de UGT y prima segunda de Rodríguez Braga.
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