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¿Se encuentra Asturias en el camino de la recuperación económica?

¿Se encuentra Asturias en el camino de la recuperación económica?

El grueso de la oposición reclama al Gobierno de Javier Fernández «nuevas políticas» para crecer al ritmo del resto del país

Ana Moriyón / NOELIA A. ERAUSQUIN

Lunes, 29 de agosto 2016, 07:27

La recuperación económica de Asturias, a un ritmo notablemente inferior al experimentado por el resto del país, no es fruto de la casualidad. Al menos, así lo entienden los principales partidos de la oposición en el Principado, que ven una causa-efecto entre las políticas llevadas a cabo por el Gobierno de Javier Fernández y la frágil mejoría económica registrada en Asturias. Una región que, según indicadores variados como la renta per cápita, la caída del paro interanual, el avance de la población activa o las previsiones de crecimiento, se encuentra en el vagón de cola con respecto al resto de las comunidades.

El Partido Popular entiende que este escenario está «interrelacionado directamente» con la «inacción» del Gobierno socialista. La diputada Emma Ramos sostiene que la «falta de políticas capaces de crear empleo y reactivar la economía» ha impedido que esta región pueda salir de la crisis económica al mismo ritmo que otras en las que, por contra, sí se ha puesto énfasis en el fortalecimiento de su red empresarial. Asturias, se queja también la parlamentaria popular, ha sido incapaz de lograr los objetivos de estabilidad presupuestaria, deuda pública y regla de gasto pese a que recibe importantes partidas económicas por parte del Gobierno central.

Y el escenario de prórroga presupuestaria, ahondan desde el PP, no ha hecho más que poner piedras en el camino. «Resulta insostenible esta situación y no entendemos por qué el PSOE, por testarudez, se niega a coger la mano tendida del PP para la aprobación de unas cuentas con el único requisito de suprimir de forma paulatina el impuesto de Sucesiones», sentencia Ramos, quien insiste en que la eliminación de este tributo «no es una ocurrencia del PP, sino una demanda de la sociedad» para acabar con la «sangría fiscal» que sufre Asturias con respecto al resto del país.

Las críticas a la gestión de Javier Fernández llegan también desde la izquierda. Podemos, formación con la que los socialistas aspiran a alcanzar un complicado acuerdo presupuestario, opina que la reactivación de Asturias no ha sido posible porque requiere «deshacerse de las redes clientelares que lastran la economía, y eso exige voluntad política». El portavoz de la formación morada en la Junta, Emilio León, insta al presidente asturiano a «abandonar su inercia en la negociación presupuestaria» y acatar los requerimientos exigidos por Podemos para evitar una nueva prórroga.Temen desde Podemos, sin embargo, que el jefe del Ejecutivo regional esté esperando la llegada de Mariano Rajoy a la Moncloa «mediante la abstención del PSOE» para asegurarse el «rescate del PP» y no tener que respetar «los acuerdos con agentes sociales y formaciones que garanticen políticas de cambio».

Carácter industrial

De forma mucho más condescendiente, aunque también crítico con el talante del Gobierno socialista, se manifestó Gaspar Llamazares. El portavoz de IU mantiene que la «lenta recuperación» económica de Asturias «sigue los patrones de las comunidades de características industriales» por lo que, argumenta, este escenario no puede vincularse exclusivamente a la gestión socialista. Llamazares tampoco ve en la situación de prórroga presupuestaria un problema añadido puesto que, lamenta, las comunidades autónomas están en estos momentos sometidas a un grado de intervención presupuestaria por parte del Ministerio de Hacienda que hace que tengan «escaso margen de maniobra». Reconoce incluso que el proyecto presupuestario negociado por PSOE e IU para el ejercicio en curso, que finalmente fue retirado, «no hubiera supuesto números muy diferentes a los actuales, con el presupuesto prorrogado», precisamente por las limitaciones establecidas con respecto al déficit. No obstante, desde IU subrayan la importancia de aprobar una nueva ley presupuestaria, precisamente porque elGobierno regional tiene «mayor margen y autonomía» para realizar modificaciones en un presupuesto prorrogado que en unas cuentas de nuevo cuño.

Llamazares argumenta que mientras se mantengan las políticas de austeridad por parte del Gobierno central, las comunidades únicamente pueden aspirar a «mantener y consolidar» los servicios públicos.Y sobre esta cuestión, el líder de IUsí fue crítico con el Ejecutivo de Javier Fernández por su «excesiva dosis de inercia y resistencia al cambio», pese a que las necesidades actuales de los ciudadanos ya no son las mismas que las que eran hace algunos años. «El Gobierno del Principado peca de gestión continuista, sin horizonte político, y de alguna manera es lo que le aísla con respecto al resto de las fuerzas políticas», razona.

«Levantar cabeza»

Foro, sin embargo, entiende que el Ejecutivo socialista tiene mucha responsabilidad en la situación económica de Asturias, que, a diferencia del resto de las comunidades, parece tener mayores dificultades para «levantar cabeza».La secretaria general de Foro y también diputada, Cristina Coto, considera que es un error mantener durante años «los mismos criterios en la elaboración de los presupuestos y las mismas políticas», cuando es evidente que la región ha atravesado muchas situaciones de cambio. «Javier Fernández es profundamente dogmático y aplica siempre las mismas herramientas pese a que está demostrado que los resultados son malos», se queja Coto, quien apuesta por unos presupuestos que aboguen por apoyar una economía privada competitiva, planteen una reforma fiscal y recojan políticas sectoriales de estímulo para la industria, la pesca, la ganadería y la minería. «Desde 2008 se han destruido en Asturias 50.000 empleos y, sin embargo, se siguen aplicando las mismas políticas», rechaza la líder de Foro que, como elPP, pone como ejemplo la presión fiscal para desacreditar la gestión socialista. «No somos únicamente los partidos políticos los que pedimos una rebaja fiscal, también Fade y numerosos analistas dicen que Asturias sufre un infierno fiscal que está provocando que las empresas se vayan.Pero en el PSOE no hay autocrítica», protesta.

Para Ciudadanos, el hecho de que las diferentes previsiones de crecimiento sitúen a Asturias como una de las regiones menos dinámicas tampoco es casualidad. Nicanor García, portavoz del grupo en la Junta, culpabiliza de esta situación a la «falta de esfuerzo inversor» por parte del Gobierno regional y, por extensión, de sus presupuestos económicos, ahora prorrogados. «Las cuentas recogen una partida escasa que, además, ni siquiera se ha licitado en su totalidad», censura García, quien ve «vital» que se active la economía de una región desde las instituciones mediante obra pública. «Y ahí el Gobierno de Javier Fernández tiene mucho trabajo pendiente», concluye. El PSOE, al que se le ha dado la oportunidad de hacer una valoración al respecto, ha declinado posicionarse.

LA OPINIÓN DE SINDICATOS Y EMPRESARIOS

Asturias vive una doble penalización, incluso triple o cuádruple según quién haga el análisis, a la hora de salir del pozo de la crisis. Los agentes sociales son claros: los datos macroeconómicos hablan de una ligera mejoría de la economía, todos coinciden, pero la falta de Gobierno en España no ayuda y la de prespuesto en el Principado, aún menos. Hasta ahí las coincidencias. Los sindicatos van más allá y a estos factores negativos añaden las políticas de austeridad y de contención del gasto público como otros elementos que frenan el desarrollo. Y mientras la Federación Asturiana de Empresarios habla de un inequívoco avance, con creación de empleo, aumento del consumo y buenos datos referidos a las exportaciones, UGT y CCOO hacen referencia a una recuperación que se queda en las estadísticas, que el ciudadano de a pie no nota y que se basa en la precarización del empleo, el aumento de las desigualdades y el crecimiento de la pobreza.

Ninguno se atreve a decir que la situación en 2016 sea peor que la de hace un año, como sí aseguró en este periódico hace una semana Miguel Ángel Zabala del Rey, presidente de Ibersa. A los datos económicos se aferrn, porque se va creando empleo pese a que los sindicatos critiquen su calidad y el menor desarrollo del Principado y la economía avanza, aunque crezca menos que en el ejercicio anterior. Si el Producto Interior Bruto (PIB) español progresó un 3,2% en 2015 y el asturiano un 3,1%, BBVA Research prevé que la economía regional gane un 2,1% en 2016, mientras que las previsiones para España se sitúan entre el 2,7% y el 3,1% con un desplome significativo para 2017. Esto supone seguir creciendo, pero también una ralentización importante que, además, ampliará aún más el diferencial de Asturias con el resto del país. A esto hay que sumar factores que no favorecen el dinamismo económico, como tener la menor tasa de población activa de todas las comunidades, que permite maquillar en cierta forma las cifras de paro, y una caída de la población que se acelera año tras año.

De entre los aspectos específicos del Principado que complican su avance, el que concita más unanimidad es el de la falta de presupuesto regional. Los agentes sociales coinciden en demandar unas cuentas autonómicas para 2017. «El Gobierno está incumpliendo su mandato. Es una dejadez absoluta de sus funciones primarias. Un desgobierno», censura el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios, Pedro Luis Fernández, que insiste en que cualquier iniciativa económica necesita estabilidad política y un Ejecutivo que impulse la actividad, algo de lo que ahora mismo carece la comunidad.

Sindicatos

El secretario general de UGT Asturias, Javier Fernández Lanero, también reclama con urgencia unos presupuestos para Asturias. «Que partidos que ocupan el mismo espectro ideológico, que hablan de bienestar social, no se pongan de acuerdo... No hay derecho. ¡Claro que afecta a la economía y a las inversiones!», protesta. Por su parte, el secretario de Acción Sindical de CCOO, Gilberto García Buelga, añade más elementos para la incertidumbre y, a la falta de cuentas en Asturias, suma la posibilidad de que tampoco haya Presupuestos Generales del Estado para 2017. « Un factor clave para favorecer la actividad económica es la obra pública y sabemos que todo está paralizado. El Estado y el Principado... La obra pública genera empleo y riqueza. Estamos en un bucle», cuenta.

El presidente de la patronal de la construcción (CAC-Asprocon), Serafín Abilio Martínez, se muestra muy beligerante con la forma de actuar del Ejecutivo, que mantiene la subasta pura a la hora de adjudicar los escasos contratos que salen a concurso, «con bajas que llegan al 45%», que ponen en peligro la supervivencia de las empresas y que, con frecuencia, logran compañías de fuera de la región. «Es una informalidad total», señala Abilio, sobre todo, después de que en el documento de la concertación social, firmado en mayo, se recogiera un cambio que pusiera el acento en la calidad, en la aplicación de criterios sociales o en la justificación rigurosa de las bajas temerarias, entre otros. Sin esa modificación, 2016 sigue ahondando en la crisis de la construcción, que vive una mínima recuperación en el ámbito de la vivienda que no permite compensar la «dramática» situación del sector.

Más diplomático es el presidente de la Cámara de Comercio de Gijón. Félix Baragaño cree que «las cosas van mejorando», pero que «podrían ir mejor» con cuentas autonómicas. Así, entre la falta de Gobierno nacional y de presupuesto regional, también advierte de unas cifras de obra pública «mínimas» en lo que va de año, incluso comparadas con las de 2015, un ejercicio que no se caracterizó por el dispendio económico.

Estructura socioeconómica

El presidente de la Federación de Empresarios del Metal y Afines del Principado (Femetal), Guillermo Ulacia, reconoce que los problemas políticos provocan incertidumbre y que estos no facilitan que se tomen decisiones de inversión o compra. «La inestabilidad nos afecta indirectamente», señala, aunque las inversiones de Arcelor en sus plantas de Gijón y Avilés, las mayores de la era Mittal, suponen un respiro para las auxiliares. Mientras, las empresas que trabajan en el exterior están teniendo dificultades por la paralización o el retraso de algunos proyectos. Para el máximo responsable de la patronal del metal asturiana, es la estructura socioeconómica regional la culpable de que el Principado no logre despegar, ya que tiene poca exposición a sectores que están sirviendo de motor en España, como el turismo o la automoción.

El presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios, Ignacio Calviño, habla también de la preocupación que genera la incertidumbre política. «Deberíamos pensar en el día a día o en el futuro, no de qué va a pasar con el Gobierno o, por ejemplo, con los contratos», afirma, para admitir que sus asociados sí notan que «el crecimiento se ha parado un poco».

Pero si en el diagnóstico hay ciertas similitudes, las recetas para lograr un despegue claro de la economía no pueden ser más divergentes. La coincidencia se queda en pedir un impulso para la concertación social, que poco ha avanzado desde su firma, y en pedir presupuestos para el Principado.Esto último, así, en genérico, porque si se va al detalle el acuerdo desaparece. Los empresarios reclaman, por ejemplo, más inversión productiva, contención del gasto público y un cambio en el modelo fiscal que libere de parte de la carga impositiva a las empresas asturianas, a las que consideran penalizadas con respecto a otras comunidades. Mientras, UGT y CC OO hablan de aumentar los ingresos del Principado, de impulsar los servicios públicos y de más gasto social. En clave nacional, los sindicatos van más allá y reclaman una renta mínima, derogar la reforma laboral o aumentar el salario mínimo, entre otros aspectos que no casan con la opinión de los empresarios.

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