«Muchas víctimas de violencia de género piensan que no hay salida, pero no es así»

El Día Internacional de la Mujer, que se celebra este sábado, 8 de marzo, también lo es para poner bajo el foco todos los tipos de violencia que sufren las mujeres. Una lucha que también llevan a cabo este y durante todos los días del año los integrantes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía. Desde sus dependencias en Buenavista centralizan la investigación de una gran parte de los delitos de violencia de género, doméstica, sexual y contra los menores que se cometen, y el acompañamiento a las víctimas. En este momento –durante la elaboración de este reportaje–, explica José Luis García, el inspector al cargo de la unidad, «en Oviedo no existe ninguna víctima de riesgo extremo». Ello no quiere decir que no haya víctimas, incluidas en el resto de epígrafes que contempla el protocolo –no apreciado (que desaparecerá en junio), bajo, medio alto y el citado–. Todo lo contrario. La ratio está fijada en un policía nacional por cada sesenta mujeres.

«Cada vez hay más denuncias, lo que a veces lleva a decir que la violencia de género aumenta, pero la realidad es que ahora hay una mayor sensibilización de las víctimas; las mujeres y las menores están mejor asesoradas, tienen recursos a su alcance que antes no existían como las charlas de Participación Ciudadana, y eso ayuda. Pasa lo mismo con los delitos sexuales: ahora se denuncian cosas que antes no», sostiene la oficial destinada en la UFAM de Oviedo, Elia Arenas.

¿Cómo actúa la unidad? A requerimiento de la víctima desde su domicilio, porque se presenta en comisaría para denunciar o durante una intervención policial. «Los normal es que vengan ellas a denunciar. Tenemos un lugar para que se sientan cómodas y las dejamos narrar su historia sin pausas y dándoles todo el tiempo que necesiten: que se sientan en un lugar seguro», continúa Arenas. En otros casos, cuando una víctima no quiere denunciar «porque tiene miedo», pero se observan indicios de malos tratos, actúan de oficio.

«Muchas víctimas piensan que no hay salida, pero no es así, tienen que darse cuenta que todo se puede solucionar si dan el paso y que para eso estamos», advierte la oficial. Después, cuando concluyen las labores de investigación y el asunto pasa al juzgado, sus compañeros del área de acompañamiento se hacen cargo de ellas. Ahí entra en juego el sistema VioGén y servicios como Atenpro o la aplicación Alertcops para comunicarse rápidamente con los agentes, que en función del riesgo pueden llegar a realizar un acompañamiento 24 horas. También se encargan de asesorarlas.

Existen casos más difíciles, agrega el inspector. Uno de ellos fue el de Karilenia, la primera víctima mortal de la violencia machista del año en España, que falleció a manos de Francisco F. el pasado 31 de enero. «Se pueden poner todos los medios, pero casos como ese no se pueden evitar al no haber antecedentes ni denuncias previas...». Por ello, concluye, «es muy importante que los vecinos llamen a la Policía cuando escuchen discusiones y posibles malos tratos, porque la víctima no siempre se atreve».

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