Gijón rinde homenaje a Carmen Álvarez, «un referente vecinal y luchadora por la libertad»

Una mujer «valiente y comprometida con la justicia social» y «vecina ilustre de El Natahoyo». Así queda ya grabado en acero para la memoria de Gijón el recuerdo a Carmen Álvarez, luchadora comunista, presidenta vecinal de El Natahoyo entre 1982 y 1991 y concejala de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Gijón entre 1991 y 1999, que cuatro años después de su fallecimiento recibió un multitudinario homenaje en el barrio coincidiendo con el descubrimiento de una placa que glosa su trayectoria en la plazoleta situada en la intersección entre la avenida de José Manuel Palacio y la calle Cortes de Cádiz. Los encargados de desvelar el monolito con esta placa fueron su marido Luis, sus dos hijos Luis e Isabel y su nieta Claudia, emocionados y «abrumados», y que no dejaban de destacar lo incómoda que estaría la propia Carmen, «que huía de protagonismos». La encargada de agradecer el acto en nombre de la familia fue su hija Isabel, quien habló de su madre como «una persona luchadora» y consideró que el homenaje debería ser extensivo «a todas esas mujeres comprometidas que hicieron tanto como ella por los derechos de todos, en una época muy complicada y de clandestinidad. Para mí es un orgullo que en este caso se personalice en mi madre».

La alcaldesa, Carmen Moriyón, consideró este homenaje «un acto de justicia con mayúsculas» y remarcó el hecho de que se haya hecho coincidir con la semana en la que se celebra el Día Internacional de la Mujer. «En la memoria de Carmen no se podría hacer de otra forma, porque Gijón tiene mucho camino por recorrer en el reconocimiento a las mujeres que, como ella, han traído esta ciudad hasta lo que es hoy». La regidora destacó que la homenajeada «luchó por las libertades que hoy disfrutamos, pagando por ello con su propia libertad» y recordó cómo «ya desde muy joven hizo frente a la dictadura franquista y en la etapa democrática no permitió que su carácter luchador perdiera un ápice de fuerza, primero desde la asociación vecinal Atalía y después como concejala en dos corporaciones, durante las que tuvo en sus desvelos a su ciudad y a su barrio». Añadió que «a su hacer como líder vecinal debemos en buena medida lo que hoy es El Natahoyo y que este barrio tenga el brillante futuro que tiene por delante».

El actual presidente de la asociación vecinal, Álvaro Tuero, recordó que cuando la entidad le concedió en 2019 a Carmen Álvarez su premio Atalía, y cuando pidió esta placa en recuerdo a su trayectoria, «no lo hizo ni pos su afiliación política ni por haber sido presidenta vecinal, sino porque representa a las mujeres valientes que en la década de los 60 lucharon contra la dictadura desde la primera línea, saliendo de casa a repartir panfletos sin saber si volvería o sería detenida, recaudando dinero para los mineros de la 'huelgona'....». Sumó a ello su actividad en pro de un barrio que gracias a ese trabajo vecinal, «no sin mucho esfuerzo», logró mejorar su aspecto y la llegada de equipamientos como la piscina municipal. Y en lo que se refiere al carácter personal, Tuero recordó que «era una mujer abierta, gran conservadora, de verbo fácil e idealista».

También intervino en el acto, en representación de IU, su coordinador local en Gijón, Alejandro Farpón, quien consideró que «Gijón siempre estará en deuda con Carmen Álvarez», a quien definió como «una comunista que empeñó su vida en construir una ciudad más digna y solidaria y una sociedad mejor, dedicando su vida a la lucha por la justicia social y los derechos de la gente, siempre con la militancia como guía». Destacó «su papel pionero en el movimiento vecinal como fundadora de la asociación Atalía de El Natahoyo, demostrando en una época en la que la política y la participación ciudadana estaban dominadas por los hombres que las mujeres también eran fundamentales en la construcción de alternativas». Recordó que por aquél entonces en esta zona de Gijón «estaba todo por hacer» y afirmó que «la historia de los barrios obreros de Gijón no se entiende sin la contribución fundamenta de gente como ella».

Otro aspecto en el que hizo hincapié el coordinador de IU fue «su lucha por el derecho a una vivienda digna», señalando cómo «peleó para que quienes más lo necesitaban tuvieran un techo digno, luchando por la erradicación del chabolismo, por conseguir viviendas sociales y para que el urbanismo respondiera a las necesidades de la gente». Farpón destacó finalmente «su compromiso con la solidaridad internacional», señalando que «creía en la solidaridad entre los pueblos, porque la justicia que defendía aquí era la misma que defendía otros sitios como Cuba o Palestina, y por eso alzó la voz contra el bloqueo, contra el sionismo y contra cualquier injusticia». Concluyó, citando a la Pasionaria, recordando que «las personas mueren, pero los ideales no. Y para la militancia de Izquierda Unida siempre será un honor y una responsabilidad dar continuidad al legado de Carmen».

En el acto, al que acudieron decenas de vecinos y compañeros de militancia de Carmen Álvarez, hubo una nutrida representación de la Corporación municipal, con los portavoces socialistas Luis Manuel Flórez (PSOE) y Javier Suárez Llana (IU) y los concejales Gilberto Villoria (Obras Públicas), Rodrigo Pintueles (Medio Ambiente) y Abel Junquera (Participación Ciudadana), entre otros. También hubo representantes del movimiento vecinal, como el presidente de la federación vecinal urbana (FAV), Manuel Cañete, y el de la asociación vecinal de Laviada, Florencio Martín.

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