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ENRIC GARDINER
Martes, 9 de julio 2019, 00:11
La oportunidad merecía ser agarrada con las dos manos y que no se escapara bajo ningún concepto. Wimbledon preparó para Rafael Nadal una perita en dulce y el español se encargó de saborearla y digerirla para firmar su pase a cuartos de final del torneo. Joao Sousa, un jugador de tierra al que una excelente semana sobre el pasto inglés plantó en octavos, fue el calentamiento de un Nadal que se acerca a la copa de Wimbledon con cautela y buen pie.
El triunfo ante el portugués (6-2, 6-2 y 6-2) pone de manifiesto el excelso nivel del español sobre hierba. Pese a llegar sin partidos de competición oficial previos, ha tomado las lecciones necesarias, apretado el paso y corregido los ajustes necesarios para ser competitivo en la superficie más difícil del circuito.
Sousa venía de ser el antihéroe en el All England Club, al derrotar ante una pista 1 abarrotada al último reducto británico, Daniel Evans, en un partido en el que su arrojo y su valentía habían quedado expuestas, levantando roturas en contra en todos los sets. Toda la energía y la capacidad de sacrificio que Sousa sacó ante Evans le faltó contra Nadal.
El balear está fresco y a gusto. La organización, por tercer encuentro consecutivo, le colocó en la pista central y él devolvió el regalo con un encuentro casi inmaculado, con solo diez errores no forzados, por los 30 golpes ganadores que conectó. La mejor señal es la solidez al servicio, ya que, por segundo encuentro consecutivo, no concedió ni una sola bola de rotura.
Nadal avista un Wimbledon al que el año pasado la calamitosa organización del mismo le pudo privar de otro final. La espina de la derrota en 2018 en las semifinales ante Djokovic duele cada día un poco menos, a medida que una posible revancha, que solo podría darse en la final, se acerca.
Será la séptima vez que Nadal esté en cuartos de final de Wimbledon, torneo que ha ganado en dos ocasiones (2008 y 2010) y esta vez se medirá al estadounidense Sam Querrey, que venció en cuatro parciales a su compatriota Tennys Sandgren.
En la jornada de ayer, Roberto Bautista pisó por primera vez en su carrera los cuartos de final en Wimbledon, tras derrotar por 6-3, 7-5 y 6-2 al francés Benoit Paire. Cuartofinalista este año en Australia, se medirá al argentino Guido Pella, que derrotó al canadiense Milos Raonic. El tenista castellonense se acerca con la victoria de ayer a su mejor puesto histórico en la clasificación, el décimo tercero.
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