Una lesión trunca las ilusiones de Pablo Carreño

El sueño se terminó. Pablo Carreño dijo esta mañana adiós a Roland Garros y lo hizo ante el mejor jugador de la historia sobre tierra batida: Rafael Nadal. El tenista asturiano tuvo que retirarse en el segundo set después de perder 6-2 el primer parcial e ir por debajo en el segundo set 2-0. Un tirón abdominal que se produjo durante un saque abierto, según desveló su rival al término del partido, fue el motivo de su abandono. Pone fin así a un sobresaliente torneo en el que ha logrado alcanzar por primera vez los cuartos de final de un Grand Slam y que le permiten subir hasta el puesto 17 de la ATP.

El partido hasta entonces había estado animado. Nadal demostró su autoridad en el primer parcial en el que apenas hizo concesiones. Carreño, por su parte, pagó caros sus errores no forzados en una pista en la que adquirió un enorme protagonismo el viento. "Es una pista difícil que hay que saber entender", señaló el manacorí al término del encuentro. El balear despidió al tenista gijonés con aplausos al igual que los aficionados que acudieron para seguir en directo un partido que estaba previsto celebrar ayer por la tarde y que se tuvo que trasladar a la mañana de hoy a causa de la lluvia.

"Es una barbaridad el dolor que se siente cuando te pasa algo así", relató el propio Nadal, que entendió el adiós precipitado de Carreño, una despedida que justificó para evitar que la lesión fuera a más. El gijonés, todo hay que decirlo, intentó seguir después del pinchazo y fue atentido incluso por el fisio sobre la pista de la Central. Sin embargo, el dolor era muy grande y no quiso forzar ya que de seguir la lesión podía agravarse.

Carreño tendrá unos días por delante para recuperarse y ver si está o no preparado para los torneos de hierba que siguen a Roland Garros. Su plan era acudir a Halle como preparación para disputar Wimblendon. Nadal, por su parte, espera rival en semifinales. Será el ganador del duelo entre Thiem y Djokovic.