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ENRIC GARDINER
PARÍS.
Domingo, 11 de octubre 2020, 00:23
La mayor tradición del Grand Slam parisino no es el color rojizo de su tierra, ni la falta de techo y luces que se ha subsanado ese año. Tampoco lo es la historia de su nombre, acuñado por el aviador francés Roland Garros. La tradición más importante es que uno de los contendientes se llame Rafael Nadal. Por cuarto año consecutivo, por decimotercera vez en sus dieciséis participaciones, el tenista español será uno de los dos jugadores que se disputen el título de campeón. Y nunca ha caído.
Para sostener esta constante, tendrá enfrente a uno de sus némesis y al tenista junto al que mantiene la mayor rivalidad, al menos en número de encuentros, de la historia del tenis. Novak Djokovic, cuatro temporadas después, retorna a una final de París. El serbio, que domina a Nadal en el cara a cara por 29 a 26 victorias, representa la gran amenaza para el español. Porque es el único obstáculo, porque es uno de los dos jugadores, junto a Robin Soderling en 2009, que ha conseguido ganarle en esta pista, y porque Nadal no le derrota en un Grand Slam desde la final de Roland Garros 2014.
Durante sus carreras, se han cruzado en siete ocasiones en la Philippe Chatrier y cada partido ha dejado algo especial. En 2006 fue el descorche de la rivalidad en un duelo descafeinado por un joven Djokovic que se desvanecía entre problemas físicos. Unas molestias en la espalda le obligaron a retirarse cuando ya marchaba dos sets a cero en contra.
Se volvieron a ver las caras un año después en semis y el serbio, esta vez sin problemas, cedió en tres sets ante Nadal, que levantaría su tercer Roland Garros dos días después. El 'hat trick' de triunfos llegaría en 2008, cuando otra vez en semifinales, un Nadal en plenitud arrolló al serbio.
Para verlos, de nuevo, saludarse en la red de la Chatrier habría que esperar cuatro años, en la final de 2012, pasada por la lluvia y que se tuvo que definir un lunes por los parones. Triunfó Nadal, claro, igual que en las semifinales de 2013, famosas por el terrible error de Djokovic. El serbio, con 4-3 a favor y saque en el quinto set, tenía un sencillo remate al lado de la red para acercarse al 5-3 que le ponía muy cerca de derrotar por primera vez a Nadal en París. Sin embargo, se desequilibró, tocó la red y por ello perdió el punto. Acabaría entregando el encuentro.
Nadal completaría el sextete de triunfos ante Djokovic derrotándole en la final de 2014, pero cedió en 2015, cuando se encontraba en una crisis de resultados y de mentalidad. Si se venga de aquel traspiés, Nadal igualará por primera vez en trofeos de Grand Slam a Roger Federer y dejará a Djokovic a tres de distancia. «No pienso en eso, pienso en ganar Roland Garros», dijo Nadal.
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