Pablo Carreño, a las puertas de la gran final en Montreal

Además será el mayor reto del asturiano, porque tiene la opción de lograr su victoria más valiosa en un torneo del circuito. Y es que hasta el momento se hizo con el ATP 500 de Hamburgo, que ganó hace un año poco antes del bronce olímpico en Tokio, en el que se impuso a Novak Djokovic, por aquel entonces número uno de la clasificación mundial.

Carreño evidencia un grandísimo momento de forma. Prueba de ello es que solo ha cedido en este torneo de Montreal un set, precisamente ante Evans en semifinales. Tras ganar bien la primera manga tuvo una bola de partido con 6-5, pero ambos contendientes fueron a un tercero en el que Carreño exhibió un juego excepcional en el que impuso una gran superioridad y mostró una enorme confianza.

«Estoy feliz, tengo una gran oportunidad de dar lo mejor de mí en la final para ganar mi primer Másters 1.000, pero a ver cómo lo hago», dijo Carreño, que se planta en su segunda final de la temporada tras la del Trofeo Conde de Godó. El gijonés, con mucha agresividad desde el fondo de la pista ganó al británico en 79% de los puntos en su primer saque. Asimismo añadió que vencer a Evans no fue fácil, «porque perdí un matchball en el segundo set, pero en el tercero mentalmente estuve bien y decidí ser más agresivo, presionar e ir a la red», concluyó el jugador forjado en el Grupo Covadonga.