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Pablo Carreño se va de Australia indignado. El tenista asturiano cayó esta mañana (hora española) ante Nishikori (número 9 ATP) después de un maratoniano partido que se resolvió en la 'muerte súbita' del quinto y definitivo set 7-6, 6-4, 6-7, 4-6 y 6-7 (10-8). Carreño estuvo muy cerca de alcanzar los cuartos de final del primer 'grande' del año, el Open de Australia. El raqueta gijonés llevó la iniciativa en el desempate después de más de cinco horas de partido. Llegó a conseguir una ventaja de 8-5, pero en ese momento una controvertida decisión arbitral desquició al asturiano, que protestó con vehemencia al juez de silla, al considerar injusta la postura del juez. Carreño no sumó más puntos y cometió errores que acabaron condenándolo ante un 'top ten' como el japonés.
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Carreño empezó el partido ganando los dos primeros parciales y poniendo contra las cuerdas al tenista japonés que entrena Michael Chang. Sin embargo, Nishikori se creció en la adversidad y consiguió igualar el duelo. En el quinto y definitivo set, el nipón fue por delante hasta el final, cuando se creció Carreño que forzó el desempate. Sin embargo, no pudo culminar la hazaña y se quedó con la miel en los labios.
Carreño abandonó la pista visiblemente enfadado y sin dar la mano al árbitro, al que gritó, abatido por la derrota y frustrado por una decisión que le impide estar por primera vez en cuartos de Australia.
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