Pablo Carreño es asistido de su lesión en el partido frente a Benoit Paire en Copa Davis. EFE
Copa Davis

Pablo Carreño: «Está claro que no podía jugar»

El gijonés será baja «seguramente» para el resto de la semifinal tras resentirse de su lesión durante el partido con Paire

agencias

Viernes, 14 de septiembre 2018, 17:24

El asturiano Pablo Carreño, que perdió contundentemente ante el francés Benoît Paire (7-5, 6-1, 6-0) en el primer partido del duelo de semifinales de la Copa Davis entre sus países, se resintió de su lesión y cree que «seguramente» ... será baja para el resto del fin de semana. De confirmarse esa sensación del propio jugador, Carreño, 21º jugador mundial, no estaría el domingo en el duelo entre los números 1 de cada país, que estaba previsto que disputara contra el local Lucas Pouille (19º).

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Carreño recayó de la lesión en el aductor izquierdo, que ya le hizo abandonar en la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos ante el portugués Joao Sousa. «Seguramente sí», admitió el asturiano con tono resignado cuando le preguntaron en conferencia de prensa si cree que será baja para el domingo. «Todavía no lo sabemos. Es una lesión que tuve en el US Open. Si en una semana y media no se ha recuperado, es difícil que se recupere en un día», apuntó.

Carreño explicó que empezó a sentir el dolor en el inicio del segundo set y que la segunda y tercera mangas las jugó mermado físicamente. «En el primer set no tenía ninguna molestia y jugué bastante bien. Tuve opciones de ganar el set con 6-3 y luego con 6-4, pero al final él remonta y acababa jugando muy bien», señaló. «Es al principio del segundo set cuando él empieza a jugar muy bien, ahí empieza a molestar. Sabía que podía pasar, es un riesgo que habíamos tomado. Me empezó a pasar demasiado pronto. Está claro que no podía jugar», reconoció.

Por su parte, Ángel Ruíz Cotorro, médico del equipo español de Copa Davis, señaló que «no había señal de alarma» respecto al estado físico de Pablo Carreño antes de que saltara a la pista, pero «ha ido poco a poco cargándose de una forma progresiva y le molestaba cada vez más». «Llevaba doce días sin molestias, entrenando fuerte bien y por eso ha salido a jugar, no había señal de alarma, pero las cosas pasan», dijo Cotorro. «Ahora, vamos a esperar 24 horas y luego decidir si hacemos alguna prueba», añadió el doctor.

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