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Escalada mítica
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Escalada mítica
Una gesta en el Urriellu para la historia«El Naranjo, conquistado» titulaba EL COMERCIO el 9 de febrero de 1973. El día antes, dos cordadas formadas por César Pérez de Tudela y Pedro Antonio Ortega, 'el Ardilla', y José Ángel Lucas y Miguel Ángel García Gallego, 'el Murciano', entraron con honores en la historia del alpinismo español al hacer cumbre, por primera vez, en el Picu Urriellu por la cara Oeste después de tres días de escalada. Se cumplen cincuenta años de esta gesta, la primera ascensión invernal por la temida pared vertical que ya se había cobrado varias vidas en intentos anteriores. Esta hazaña convirtió, además, Arenas de Cabrales en epicentro de la atención mediática nacional durante varios días, con corresponsales venidos de diferentes puntos del país.
1973
Febrero
César Pérez de Tudela, Pedro
Antonio Ortega, ‘El Ardilla’, José
Ángel Lucas y Miguel Ángel García
Gallego, ‘El Murciano’, se convierten
en los primeros alpinistas que hacen
cumbre en el Picu Urriellu en
invierno, a través de las vía abierta por
Rabadá y Navarro en su cara Oeste
1973
Febrero
César Pérez de Tudela, Pedro
Antonio Ortega, ‘El Ardilla’, José
Ángel Lucas y Miguel Ángel García
Gallego, ‘El Murciano’, se convierten
en los primeros alpinistas que hacen
cumbre en el Picu Urriellu en
invierno, a través de las vía abierta por
Rabadá y Navarro en su cara Oeste
1973
Febrero
César Pérez de Tudela, Pedro
Antonio Ortega, ‘El Ardilla’, José
Ángel Lucas y Miguel Ángel García
Gallego, ‘El Murciano’, se convierten
en los primeros alpinistas que hacen
cumbre en el Picu Urriellu en
invierno, a través de las vía abierta por
Rabadá y Navarro en su cara Oeste
1973
Febrero
César Pérez de Tudela, Pedro
Antonio Ortega, ‘El Ardilla’, José
Ángel Lucas y Miguel Ángel García
Gallego, ‘El Murciano’, se convierten
en los primeros alpinistas que hacen
cumbre en el Picu Urriellu en
invierno, a través de las vía abierta por
Rabadá y Navarro en su cara Oeste
La expectación generada en torno a esta ascensión, convertida en todo un acontecimiento mediático, tenía parte de su origen en los nefastos intentos que la habían precedido, en el que habían perdido la vida varios alpinistas. El primer intento de escalada invernal a esta cima mítica del macizo central de los Picos de Europa había acabado en tragedia unos años antes. Fue en febrero de 1969 cuando los guipuzcoanos Patxi Berrio y Ramón Ortiz encontraron la muerte cuando estaban a punto de culminar la escalada, finalizando el último largo. Su rescate tuvo un gran impacto social y mediático, tras hallarse sus cuerpos colgando de la cordada a 400 metros de altura, para cuya recuperación se montó un dispositivo en el que participó César Pérez de Tudela, entre otros. Todos los intentos de rescatar los cuerpos hacia la cumbre fueron infructuosos y, al final, se tuvo que tomar la decisión de cortar las cuerdas para que cayeran al vacío.
AUX STEP FOR JS
Al año siguiente, también en febrero, lo intentaron el pintor madrileño José Luis Arrabal, a sus 21 años, y el geólogo madrileño Gervasio Lastra, con 27. El ascenso tampoco acabó con éxito y los montañeros se vieron obligados a detener la escalada a unos metros de la cumbre, donde quedaron atrapados, sin poder subir ni bajar, en una repisa de un metro cuadrado, durante trece días a la espera de ser localizados, sufriendo vientos de hasta 150 kilómetros por hora y temperaturas de veinte grados bajo cero. Se montó «el mayor despliegue de medios y equipos de socorro jamás conocido en España hasta la fecha», se leía en los periódicos, en el que también tomó parte Pérez de Tudela. El resultado de esta operación que tuvo en vilo al país, en esta ocasión, fue agridulce, ya que, aunque ambos fueron rescatados con vida, Arrabal, que evolucionaba bien de sus congelaciones y de una neumonía bilateral, acabó falleciendo días después en el Hospital General de Oviedo por complicaciones sobrevenidas.
En 1972, quisieron intentarlo el madrileño Antonio Mayral y el vasco Félix Ruiz en diciembre, pero decidieron abandonar la aventura. Una avalancha en las proximidades del Urriellu cuando regresaban acabó con la vida de ambos.
Con estos precedentes, no es de extrañar que, en febrero de 1973, la nueva intentona invernal para alcanzar esta cumbre se convirtiera en todo un acontecimiento informativo, acrecentado por la confluencia de tres cordadas para intentarlo, una de ellas encabezada por el que ya era un personaje de gran popularidad, César Pérez de Tudela, al que algunos cronistas apodaban 'el aguilucho del Aconcagua', acompañado por Pedro Antonio Ortega, apodado 'el Ardilla'.
Otra tenía al frente a José Ángel Lucas, que tenía entonces el récord de subida por la cara Oeste en verano, con Miguel Ángel García Gallego, 'el Murciano'. En la tercera estaba Gervasio Lastra, que había sido rescatado con el fallecido Arrabal tres años antes, con Fernando Martínez. Con todos reunidos en el refugio de la Vega de Urriellu, las informaciones llegaban a Arenas de Cabrales a través de comunicaciones por radioteléfono.
Así se supo que el 6 de febrero, a las siete de la mañana, Pérez de Tudela y 'el Ardilla' habían comenzado su escalada a un Urriellu cuya pared presentaba una capa de hielo de más de veinte centímetros de espesor y que finalizaron la primera jornada haciendo vivac a la altura de los Tiros de la Torca, donde desde la cara Sur les acercaron víveres. Al día siguiente, cuentan las crónicas, iniciaron su marcha los otros cuatro. La cordada de Lucas y 'el Murciano' dio alcance a los primeros sobre la base del Gran Diedro –una columna superspuesta a la pared del pico–, donde pasaron la noche los cuatro conjuntamente.
En cambio, la cordada de Lastra y Fernando Martínez hizo vivac en los Tiros de la Torca. La tercera y definitiva jornada de ascenso deparó el abandono de Lastra y Martínez. El primero decidió ascender a la cumbre por la cara Sur para recibir a los héroes, mientras el segundo volvió al refugio para esperar a toda la expedición. Los periodistas desplazados a Cabrales se trasladaron a Camarmeña, desde donde se contempla muy bien el Urriellu, y con prismáticos pudieron seguir el último tramo de la escalada y ser testigos de cómo, hacia las cuatro y media de la tarde, Pérez de Tudela, 'el Ardilla', Lucas y 'el Murciano' completaban la primera ascensión invernal por la cara Oeste y entraban, así, en la Historia no solo de las gestas acontecidas en este pico, sino en la del alpinismo español. La localidad de Arenas de Cabrales los recibió como auténticos campeones.
Sus nombres pasaron a engrosar el heroico palmarés inaugurado el 5 de agosto de 1904 por Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa, y Gregorio Pérez, 'el Cainejo', primeros en subir a la cumbre del Urriellu, por la cara Noroeste. Entre las primeras ascensiones también hay que destacar a las primeras mujeres en llegar a esta cima: María Isabel Pérez, que lo hizo el 31 de julio de 1935, y Teófila Gao, el 8 de agosto del mismo año. Ambas eran nietas de 'el Cainejo'. El Urriellu se popularizó en los años 50 y 60 con la apertura de varias vías por las caras Noroeste y Sur. Sin embargo, la cara Oeste se consideraba prácticamente inaccesible, al tratarse de una pared vertical de más de 500 metros.
INTENTOS ANTERIORES
1962
Agosto
Los aragoneses Alberto Rabadó
y Ernesto Navarro se convierten en
los primeros que hacen cumbre en la
cara Oeste del Urriellu, abriendo una vía
que lleva su nombre. En agosto del año
siguiente fallecieron en el ascenso de
la pared Norte de Eiger, en los Alpes
suizos, entonces la escalada más temible
del planeta
1969
Febrero
Los guipuzcoanos Patxi Berrio y Ramón
Ortiz sufren una caída cuando están a
pocos metros de conquistar la cumbre y
fallecen. El rescate de los cuerpos, que
habían quedado colgando por la cuerda
de un risco, generó gran impacto social
1970
Febrero
José Luis Arrabal y Gervasio Lastra
quedan atrapados a unos metros de la
cumbre, en una repisa de un metro
cuadrado, donde pasan trece días hasta
ser localizados y rescatados.
Mientras Lastra pudo hacer el descenso
con los rescatadores. Arrabal fue
trasladado en helicóptero y falleció a
pocos días después en el hospital
1972
Diciembre
El madrileño Antonio Mayral y el vasco
Félix Ruiz intentan el ascenso, pero
abandonan. Cuando estaban regresando
una avalancha en las proximidades
del Picu los mató
Los escaladores
permanecieron
días en el refugio
hasta que las
condiciones
metereológicas les
permitieron intentar
la ascensión que
culminó como uno
de los hitos de
la escalada en España
INTENTOS ANTERIORES
1962
Agosto
Los aragoneses Alberto Rabadó
y Ernesto Navarro se convierten en
los primeros que hacen cumbre en la
cara Oeste del Urriellu, abriendo una vía
que lleva su nombre. En agosto del año
siguiente fallecieron en el ascenso de
la pared Norte de Eiger, en los Alpes
suizos, entonces la escalada más temible
del planeta
1969
Febrero
Los guipuzcoanos Patxi Berrio y Ramón
Ortiz sufren una caída cuando están a
pocos metros de conquistar la cumbre y
fallecen. El rescate de los cuerpos, que
habían quedado colgando por la cuerda
de un risco, generó gran impacto social
1970
Febrero
José Luis Arrabal y Gervasio Lastra
quedan atrapados a unos metros de la
cumbre, en una repisa de un metro
cuadrado, donde pasan trece días hasta
ser localizados y rescatados.
Mientras Lastra pudo hacer el descenso
con los rescatadores. Arrabal fue
trasladado en helicóptero y falleció a
pocos días después en el hospital
1972
Diciembre
El madrileño Antonio Mayral y el vasco
Félix Ruiz intentan el ascenso, pero
abandonan. Cuando estaban regresando
una avalancha en las proximidades
del Picu los mató
Los escaladores
permanecieron
días en el refugio
hasta que las
condiciones
metereológicas les
permitieron intentar
la ascensión que
culminó como uno
de los hitos de
la escalada en España
INTENTOS ANTERIORES
1962
Agosto
Los aragoneses Alberto Rabadó
y Ernesto Navarro se convierten en
los primeros que hacen cumbre en la
cara Oeste del Urriellu, abriendo una vía
que lleva su nombre. En agosto del año
siguiente fallecieron en el ascenso de
la pared Norte de Eiger, en los Alpes
suizos, entonces la escalada más temible
del planeta
1969
Febrero
Los guipuzcoanos Patxi Berrio y Ramón
Ortiz sufren una caída cuando están a pocos
metros de conquistar la cumbre y fallecen.
El rescate de los cuerpos, que habían
quedado colgando por la cuerda de un
risco, generó gran impacto social
1970
Febrero
José Luis Arrabal y Gervasio Lastra quedan
atrapados a unos metros de la cumbre, en
una repisa de un metro cuadrado, donde
pasan trece días hasta ser localizados y
rescatados. Mientras Lastra pudo hacer
el descenso con los rescatadores.
Arrabal fue trasladado en helicóptero y
falleció a pocos días después en el hospital
1972
Diciembre
El madrileño Antonio Mayral y el vasco Félix
Ruiz intentan el ascenso, pero abandonan.
Cuando estaban regresando una avalancha
en las proximidades del Picu los mató
Los escaladores permanecieron
días en el refugio hasta que
las condiciones metereológicas
les permitieron intentar la
ascensión que culminó
como uno de los hitos de la
escalada en España
INTENTOS ANTERIORES
1962
Agosto
Los aragoneses Alberto Rabadó
y Ernesto Navarro se convierten en
los primeros que hacen cumbre en la
cara Oeste del Urriellu, abriendo una vía
que lleva su nombre. En agosto del año
siguiente fallecieron en el ascenso de
la pared Norte de Eiger, en los Alpes
suizos, entonces la escalada más temible
del planeta
1969
Febrero
Los guipuzcoanos Patxi Berrio y Ramón
Ortiz sufren una caída cuando están a pocos
metros de conquistar la cumbre y fallecen.
El rescate de los cuerpos, que habían
quedado colgando por la cuerda de un
risco, generó gran impacto social
1970
Febrero
José Luis Arrabal y Gervasio Lastra quedan
atrapados a unos metros de la cumbre, en
una repisa de un metro cuadrado, donde
pasan trece días hasta ser localizados y
rescatados. Mientras Lastra pudo hacer
el descenso con los rescatadores.
Arrabal fue trasladado en helicóptero y
falleció a pocos días después en el hospital
1972
Diciembre
El madrileño Antonio Mayral y el vasco Félix
Ruiz intentan el ascenso, pero abandonan.
Cuando estaban regresando una avalancha
en las proximidades del Picu los mató
Los escaladores permanecieron
días en el refugio hasta que
las condiciones metereológicas
les permitieron intentar la
ascensión que culminó
como uno de los hitos de la
escalada en España
El primer intento de escalada invernal había tenido lugar en marzo de 1954, cuando Antonio Moreno, Rafael Pellu, Máximo Serna y Agustín Faus, del Grupo de Alta Montaña de Peñalara, atacaron la pared Sur, enfrentándose a fuertes vientos, niebla y nieve. El grupo no pudo superar la parte superior del Anfiteatro, pero demostraron que era posible la ascensión en invierno. Desde entonces, muchas cordadas llegaron a la cumbre por la cara Sur, pero quedaba inédita la pared Oeste, tanto en verano como en invierno.
Los primeros en hacer cumbre por la cara Oeste en época estival fueron Alberto Rabadá y Ernesto Navarro, que lo lograron el 21 de agosto de 1962, después de cinco días de escalada. La vía conocida como Rabadá-Navarro, abierta a lo largo de cinco días en dos ataques diferentes entre el 15 y el 21 de agosto, es la que siguieron los conquistadores de la primera ascensión invernal, de la que celebramos el cincuenta aniversario. Cuando se cumplieron las cuatro décadas de esta gesta, Pérez de Tudela y 'el Ardilla' descubrieron una placa conmemorativa en la aldea de Bulnes.
De los cuatro alpinistas, solo viven Pérez de Tudela y Miguel Ángel García Gallego, 'el Murciano'. El destino quiso llevarse prematuramente a José Ángel Lucas, que perdió la vida meses después de la gesta del Uriellu, en junio, en los Alpes, durante el descenso de las Grandes Jorasses, tras escalar el espolón Walker. Pedro Antonio Ortega, 'el Ardilla', así apodado por su elegancia en la escalada, falleció en 2017 a los 66, después de fundar y regentar durante años el camping Naranjo de Bulnes, en Arenas de Cabrales, uno de los primeros establecimientos de este tipo que hubo en Asturias.
César Pérez de Tudela Veterano alpinista
El mítico alpinista César Pérez de Tudela (Madrid, 1940) fue uno de los protagonistas de la conquista invernal de la cara Oeste del Urriellu. Desde su domicilio en Torrelodones atiende la llamada del diario EL COMERCIO para recordar el cincuenta aniversario de esta gesta y reconoce que le gusta «enormemente» que se recuerde, porque «todo lo que se supera a base de esfuerzo, riesgo y preparación es muy importante».
Alpinista, periodista y abogado, Pérez de Tudela era, en aquella época, el Miguel de la Quadra Salcedo de la montaña y, cuando conquistó el Urriellu, ya contaba con una sólida trayectoria y varias expediciones a los Alpes y al Aconcagua a sus espaldas. Es más: había participado en los rescates de aquellos que lo habían intentado antes. «Esa fama de tragedia propició una atención mediática inusual, porque en aquellos años la escalada y el alpinismo no tenían ninguna consideración social», rememora.
También explica que tanta atención contribuyó a 'caldear' el ambiente. «Después de muchos días de espera, la prensa, la televisión y la radio hablaban de qué hacíamos allí –en el refugio– y es que estábamos esperando a que mejorara un poco la accesibilidad, pero, al final, recuerdo que decidimos meternos ya para evitar más tensiones», cuenta.
Al echar la mirada atrás, Pérez de Tudela asegura que el Urriellu es «una montaña con una efigie extraordinaria y grandiosa por sus distintas vertientes y hay que reconocer que la pusimos de moda». «Era la montaña más famosa y que todo el mundo anhelaba subir alguna vez», añade.
El alpinismo ha cambiado mucho en estos últimos cincuenta años y Pérez de Tudela cree que «antes había más respeto por la montaña y se respetaba más el peligro y la técnica». Cuando se le pregunta por los sentimientos que le producen las imágenes de masificación en algunas cumbres míticas, Pérez de Tudela no duda en calificar como «una devaluación del alpinismo esas caravanas de gente subiendo al K2 o al Everest».
«Éramos menos, pero se vivía otro ambiente, ahora es más gregario. La gente está físicamente más preparada, pero no tienen esa emoción por la superación y van pisándole los talones al que va un metro por delante», añade.
Uno de los cambios más significativos, para el alpinista madrileño, se ha producido en el equipamiento. «El nacimiento y desarrollo de los pies de gato de goma cocida marcó una revolución en este terreno, que se fue ampliando después con materiales muchos más ligeros para las mazas, las clavijas, las cuerdas de nailon para sustituir al cáñamo y, si tienes que hacer vivac, el material se puede llevar mucho más cómodamente porque pesa y abulta poco», repasa. «Cuando veo en las fotos aquellas botas para ir al Cáucaso que yo llevaba de doble y triple suela...», exclama. «Todo eso está también a favor de la vulgarización que ha sufrido el alpinismo», sentencia.
De la histórica ascensión invernal por la Oeste del Urriellu, Pérez de Tudela lamenta que las nuevas generaciones no sepan apreciar el hito que supuso en el alpinismo español. «Los jóvenes escaladores de ahora ya han nacido con la escalada desarrollada. Es decir, que lo ven como algo normal y no aprecian lo que significó el gran paso que nosotros dimos en aquel momento», explica.
César Pérez de Tudela, que ha plasmado en numerosos libros sus expediciones por las montañas de todo el planeta, se ha dedicado los últimos veinte años a ofrecer, en charlas, conferencias y actos a los que se le invita a participar, «el porqué del alpinismo, de la escalada y de las grandes expediciones, y el valor filosófico que tiene todo ello».
Diseño e infografía: Samantha Acosta y Eva Hernández
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Equipo de Pantallas, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández, Mikel Labastida y Leticia Aróstegui
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