Polémica en el Mundial de escalada por la «sexualización» de una competidora

El gesto fue tan inapropiado que los propios comentaristas pidieron perdón en pleno directo tras enfocarse las marcas de tiza tras destacar las huellas de las manos hechas con tiza en el trasero. La organización (IFSC) también se disculpó más tarde en un comunicado y en su canal de YouTube volvieron a subir el vídeo sin la secuencia una vez editado.

«La IFSC condena la cosificación del cuerpo humano y tomará todas las acciones que sean necesarias para frenarlo y para proteger a las deportistas», publicaba la asociación en su cuenta de Twitter. No era la primera vez que se daba esta situación y el presidente Marco Scolaris reflexionaba: «Cuántas veces se tienen que hacer mal las cosas antes de aprender a hacerlas bien.»

La austriaca Johanna Färber ya había vivido lo mismo en la Copa del Mundo de Inssbruck en junio de este año. En esa ocación hacía públicos sus pensamientos a través de las redes sociales.

«Honestamente, me da vergüenza que miles de personas hayan visto estas escenas. Tenemos que dejar de sexualizar a las mujeres en los deportes y empezar a apreciar sus logros», señalaba la deportista.