Morbidelli gana la batalla por la carrera y Mir la del campeonato

Junto a Nakagami, el favoritismo lo compartieron Morbidelli, con un trabajo silencioso muy de cara a la carrera, y Rins, tercero en la salida y ganador de la primera de las dos pruebas turolenses. Aunque el autor de la 'pole' falló estrepitosamente cuando apenas se habían completado tres curvas. Este error, y el posterior de Márquez, diluyeron el potencial día de éxito para Honda.

Morbidelli y Rins, por su parte, no fallaron, y comenzaron un duelo a la milésima que poco a poco fue cayendo del lado del italiano, que demostró una vez más la capacidad de la Yamaha, una moto que por otra parte tiene un punto ciclotímico. Y es que sus pilotos son capaces de volar y de sufrir sin que ni ellos mismos entiendan bien el por qué, incluso sin que se cumpla un patrón de un día malo o bueno para todos a la vez. Este domingo Morbidelli brilló, empujado por el trabajo de su experimentado técnico, Ramón Forcada, el que se llevó tres mundiales de la clase reina junto a Jorge Lorenzo con la M1. El italiano aprovechó su oportunidad e incluso asomó su cabeza en la pelea por el título. Con su victoria es cuarto de la general, a 25 puntos del líder.

«Sabía que teníamos que ir a por todo o nada y echar el resto ya que el equipo ha hecho un gran trabajo durante todo el fin de semana. La puesta a punto de la moto era perfecta y me ha permitido estar confiado al ciento por ciento en lo que teníamos para dar el máximo en cada vuelta», explicaba Morbidelli, ganador en la primera de Misano. «Es muy gracioso: ayer estaba fuera de la batalla y hoy soy el adalid de Yamaha. Todos tenemos que centrarnos en hacer nuestro trabajo, hay tres aspirantes dentro de Yamaha, los tres estamos arriba en la clasificación y con opciones para el título», añadía el pupilo de Valentino Rossi.

Rins mantuvo el paso del ganador, aunque tuvo que desistir en la parte final de la prueba, pese a lo que firmó un segundo puesto que tampoco le descarta en el campeonato, aunque sólo quedan 75 puntos en juego y mucho tendrían que fallar los que tiene por arriba. Mir volvió a brillar y se resarció de su mal resultado en el oficial. Desde el puesto doce escaló hasta el tercero y ahora ve cómo el segundo de la general, Quartararo, octavo en la carrera, está ya a 14 puntos, mientras que Viñales, que cruzó la meta por delante del francés, se sitúa a 19 (Dovizioso confirmó sus peores presagios y fue decimotercero, por lo que está ya a 28 y sin dar señales de ser lo suficientemente competitivo).

«Hoy ha faltado salir un poco más delante, pero no sólo eso, no voy a mentir», se sinceró el líder de MotoGP. «Al principio he desgastado todo un poco rebasando pilotos, neumáticos pero también a mí, y luego la velocidad era la misma pero no he podido marcar diferencias al final. Pero aún así estoy contento porque antes de salir ya habríamos firmado un podio hoy. Teníamos ritmo, sí que es cierto, pero saliendo el doce pueden pasar muchas cosas. Tenemos una buena velocidad para luchar por el campeonato en las carreras que faltan». Tres, dos en Valencia a partir del fin de semana del 8 de noviembre, y una tercera seguida a estas dos en el desconocido Portimao. Un último triplete que terminará por definir quién es el campeón del mundo de MotoGP en sin duda el año más extraño e intenso que se recuerda.