Pawi, el maestro de la lluvia

Kairul Idhan Pawi sorprendió al Mundial con una victoria apabullante en Argentina. El malasio pilotó como nadie en mojado y entró en meta con más de 26 segundos sobre Jorge Navarro, segundo ese día. Desde entonces, cada vez que aparece la lluvia, todo el mundo observa a un piloto que tiene un punto más que el resto en unas condiciones muy complicadas y en las que los pequeños fallos se suelen pagar en forma de caída -en Alemania se fueron al suelo nueve pilotos, entre ellos los españoles Mir, Guevara y Martín-.

Tras las primeras vueltas de posicionamiento y de entender las condiciones del asfalto, Pawi comenzó su particular remontada hasta la cabeza para después poner tierra de por medio con un ritmo muy superior al del resto, demostrando que lo de Termas de Río Hondo no había sido una casualidad y que lo suyo con el asfalto mojado es maestría.

Confirmado que, si no mediaba un error, el malasio iba a lograr su segunda victoria, lo interesante se concentró detrás. No tanto en el segundo puesto, en el que Andrea Locatelli se estuvo moviendo con cierto margen de seguridad, sino por el tercero -que se llevó Bastianini- y en la pelea por el título, aunque a estas alturas Brad Binder haya acumulado un sólido colchón de puntos sobre Navarro. El valenciano, que llegaba a Sachsenring después de perderse Assen, se había tomado su regreso como un intento por impedir que el líder se alejase aún más. Y acertó. Después de perder solo cuatro puntos en Holanda, tras el fallo de Binder, en Alemania logró finalizar pese al dolor justo un puesto por delante de su rival, después de abortar su intento por llegar hasta el cuarto tras casi terminar por los suelos. Un éxito para Navarro, que se mantiene aún lejos, aunque un poco menos desde el domingo, tras sacar rendimiento de su sufrimiento.