Márquez, durante la carrera.
Motociclismo

Márquez se desquita en Argentina

El catalán impuso su ley pese a una mala salida en un accidentado gran premio y ya es líder del Mundial

Borja González

Domingo, 3 de abril 2016, 01:37

Marc Márquez no sabía lo que era subir a lo más alto del podio desde la carrera del año pasado en Philip Island (Australia), pero impuso su ley en el accidentado Gran Premio de Argentina, en el que acabaron sólo 13 pilotos y donde Dani Pedrosa se encontró en la última vuelta con el podio gracias al grave error de Andrea Ianone, quien se llevó por delante a Andrea Dovizioso, su compañero en Ducati, cuando ambos italianos aventajaban a la Yamaha de su compatriota Valentino Rossi, más experto, mejor en las frenadas y esta vez menos impulsivo.

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«Había ganas y deseo de quitarme una espinita», dijo, sonriente, tras la victoria, el pequeño pero enorme piloto de Cervera, que partía desde la 'pole' por tercera vez consecutiva, ganó por segunda vez en las Termas de Rio Hondo, se aupó hasta el liderato del Mundial, con ocho puntos de ventaja sobre Rossi, y se desquitó de lo ocurrido el año pasado. Entonces, acabó por los suelos tras tocarse con Rossi en lo que el catalán definió, deportivamente, como un «lance de carrera». Ahí se dice que empezó precisamente la rivalidad entre el español y 'Vale', quien esta vez no pudo agasajar con otra victoria a un público argentino que le idolatra, y más desde que hace un año celebrara su éxito ataviado con la camiseta de Diego Armando Maradona. El nueve veces campeón del mundo, cuarto en la primera prueba de la temporada celebrada en Catar, sufrió cuando tuvo que cambiar de moto, tras la décima vuelta y vio como un Márquez, seguro y con menos problemas de tracción, se disparaba hacia la victoria.

Márquez no salió bien, a causa de unos problemas en el embrague, pero dominó e hizo vuelta rápida en una carrera que se presagiaba muy abierta y cuya celebración se puso en duda por la mala climatología, aunque la lluvia luego amainó, y los problemas derivados por el quilombo con los neumáticos Michelin, firma francesa que sustituye a Bridgestone como suministrador único esta temporada. Resulta que la delaminación en los entrenamientos del sábado de la rueda trasera del británico Scott Redding, que acabó con su costado derecho marcado por los latigazos que le dieron los restos de goma desprendida, causó una profunda preocupación. Ya hubo problemas parecidos en los test de Sepang, donde explotó una rueda de la Ducati de Loris Baz, a 287 kilómetros por hora. El francés rodó por el asfalto pero, por fortuna, no sufrió lesiones.

'Flag to flag'

Tras no pocas deliberaciones, al final se decidió que la carrera fuera en seco y 'flag to flag', como ya ocurrió en Australia en 2013, y se redujera en cinco vueltas, de 25 a 20. Una prueba, la más corta de la jornada, en dos partes, ya que se obligó a los pilotos a entrar al 'pit lane' en las vueltas 9, 10 u 11, para cambiar de moto, ya sin los neumáticos que en principio se desecharon el sábado. Sobre el papel, esa goma ofrecía plena seguridad en ese lapso corto de kilómetros. Si arreciase la lluvia y dirección de carrera calificase la situación de peligrosa, se mostraría la bandera roja y todos los pilotos deberián entrar en boxes. Se darían 15 minutos a los equipos para ajustar las motos. Bajo esas premisas tan liosas para los aficionados, todo quedó expuesto a un fino trabajo de estrategia y precisión de pilotos y marcas.

Fue un mal día para Jorge Lorenzo, al que se le vio con rostro muy serio ya en la parrilla de salida. Se demostró que, a diferencia de Márquez, al piloto balear de Yamaha no le vienen nada bien estas carreras que se disputan con parte del asfalto aún mojado. Desde la salida sufrió porque porque la rueda le patinaba y acusaba falta de agarre. Se cayó la curva 1, escenario de la mayoría de los accidentes, y no pudo volver a subirse a una moto a la que se le rompió una aleta. Sigue Lorenzo sin ganar las dos primeras carreras del campeonato.

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Una lástima también para Maverick Viñales. El de Figueras se cayó cuando demostraba el crecimiento de las Suzuki y firmaba su mejor actuación entre los grandes. Luchaba por el podio, llevaba ritmo incluso para terminar segundo, pero a tres vueltas de final tocó el asfalto mojado, perdió tracción y sus esperanzas se fueron por los suelos cuando acechaba a Ioannone.

Pedrosa, que sigue sin encontrarse bien con su Honda, confesó que fue la prueba con más suerte de su carrera para acabar en el cajón. Además, quinto puesto para Héctor Barberá, sexto para Pol Espargaró, noveno para Tito Rabat, décimo para Álvaro Bautista y undécimo para Aleix Espargaró. Meritorio que Dovizioso acabase la carrera caminando junto a su Ducati, tras ser arrollado por el imprudente Iannone.

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