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Jorge Lorenzo cambia de moto en la carrera en Misano.
La carrera de los detalles... y los imprevistos
Gp san marino

La carrera de los detalles... y los imprevistos

El resultado de Misano complica las aspiraciones de Lorenzo al título

borja gonzález

Lunes, 14 de septiembre 2015, 20:41

«Ganar, ganar, ganar y volver a ganar». A la famosa frase de Luis Aragonés apeló Jorge Lorenzo el domingo por la tarde tras la carrera de MotoGP del Gran Premio de San Marino después de quedarse por primera en el año sin sumar puntos -tras una caída- y de ver cómo Valentino Rossi salvaba la jornada con un quinto puesto que aumentó su ventaja en el liderato hasta los 23 puntos. Lorenzo vio cómo Rossi se acercaba un poquito más a su objetivo de firmar su décimo Mundial después de dos domingos en el que la climatología le ha jugado una mala pasada.

Tanto en Silverstone como en Misano el mallorquín partía como máximo favorito tras lo visto en los entrenamientos de viernes y sábado, y en las dos ocasiones la aparición del agua cambió el guión escrito previamente. Una irrupción de la lluvia esperada en Inglaterra pero imprevista en Italia, donde las previsiones con las que contaron pilotos y equipos nunca hablaron de agua. «Hoy ha fallado Lorenzo y los números dicen que durante un año todo el mundo falla una o dos veces mínimo, aunque parece que Rossi esté en su año perfecto, porque hoy en seco Lorenzo era claramente superior», analizó el ganador en Misano, Marc Márquez.

Tras esta carrera mucho se comentó en el paddock acerca de aciertos o errores en las estrategias de una prueba en el formato denominado 'flag to flag', en el que los pilotos tienen la posibilidad de pasar por boxes a cambiar de moto cuantas veces quieran. En este caso, la inmensa mayoría lo hizo en dos ocasiones, la primera vez que esto sucede en MotoGP. Una situación que, por nueva, de nuevo no entraba en los planes de las escuderías. ¿Fueron los tres inquilinos del podio los más listos? ¿Hicieron algo especial? ¿Se equivocó Lorenzo? «La gente que estaba delante de mí no tenía nada que perder, así que desde ese punto de vista es más fácil tomar la decisión», explicó Rossi, sobre el papel uno de los que peores estrategias planteó aunque reconociendo el peso que la pelea por el Mundial tuvo en cómo afrontó la carrera. El italiano fue el que más tiempo aguantó en pista con los neumáticos de lluvia, entre el desconcierto de su box y con las dudas que le ocasionó que en la parte clave de la carrera, cuando había que decidir si entrar o no, comenzase de nuevo a llover. Esto mientras desde el muro los equipos iban comprobando que los tiempos por vuelta de los que ya estaban con neumáticos lisos eran sensiblemente mejores que los de los pocos que aún lo estaban haciendo con compuestos de mojado. Aunque, al final, la suerte, esta vez en forma de error de Lorenzo, se aliaría con su causa. «Viéndolo desde fuera y sabiendo los tiempos que estaban haciendo los demás hubiese sido más fácil cambiar de moto tres o cuatro vueltas antes», apuntó el mallorquín, que reconoció no haber hecho caso a la señal para entrar en el box que le habían hecho desde su muro -marcaron la palabra 'IN' en su pizarra-. Aún así, Lorenzo eligió un momento mejor que el de Rossi para entrar, aunque en su caso interpretó mal el estado de la pista al volver ya con neumáticos lisos, lo que le hizo apretar antes de que estos se calentasen lo suficiente para terminar por los suelos.

La estrategia ganadora fue, obviamente, la de Márquez y su equipo, probablemente los únicos que de verdad pensaron en que algo como lo que sucedió podía pasar. «El equipo siempre te puede dar su opinión desde la pizarra y eso es lo que han hecho», desveló el del Repsol Honda. «Lo habíamos hablado así, que quería saber su opinión cuándo ellos creían que se tenía que cambiar y ha sido cuando me han puesto 'DRY' y ahí es cuando yo también estaba pensando en entrar y cambiar y es cuando lo he hecho, como si hubiese habido telepatía». Márquez y los suyos plantearon escenarios, los otros dos inquilinos del podio no y, sin embargo, se llevaron un buen premio a casa. Scott Redding, tercero, no tuvo más remedio que entrar a cambiar de moto tras cometer un error e irse al suelo con los neumáticos de mojado; Bradley Smith decidió jugárselo todo a la apuesta más arriesgada, no entrar a cambiar de moto cuando se puso a llover, todo mientras en su equipo se desesperaban viendo cómo, en mojado, sus tiempos eran por momentos más de veinte segundos más lentos que los primeros. Tres escenarios muy diferentes que dieron premio en una carrera llena de detalles y de imprevistos y que ha sido determinante para el devenir del campeonato.

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