Bastianini se gradúa en casa

La carrera de Moto3 del Gran Premio de San Marino fue el de la efervescencia italiana. Los pilotos locales respondieron a la presencia masiva de aficionados hay que señalar que no por ver la pelea en la categoría pequeña, si no por la gran batalla de MotoGP- y sirvieron un gran espectáculo decidido sobre la línea de meta y definido por los detalles. El principal, la sanción al líder de la general, Danny Kent, por rebasar en reiteradas ocasiones el límite de la pista.

Después de andar siempre en la última plaza del grupo que en pocas vueltas se formó en cabeza, formado por Oliveira, Bastianini, Antonelli, Fenati, Binder, el propio Kent y el vizcaíno Efrén Vázquez, Dirección de Carrera penalizó al británico en la vuelta catorce de las veintitrés de la prueba con la pérdida de una posición, lo que obligó a dejarse caer hasta el grupo del octavo puesto que por entonces andaba a más de cuatro segundos de los primeros. Con esto Kent quedaba descartado después de haber salido indemne de las refriegas que los italianos plantearon desde los primeros giros.

Por delante, a cinco vueltas para el final Vázquez se iba al suelo, mientras que una vuelta después Fenati y Binder quedaban cortados. Los otros tres, siempre liderados por Oliveira, se disponían a otra electrizante pelea de última vuelta, aunque los excitados italianos decidieron adelantarla al penúltimo giro. Los adelantamientos entre los tres pilotos permitían la reentrada de sus dos perseguidores, que al final no podrían subir al podio. Bastianini demostró su calidad en la pelea final en un cerrado duelo con sus dos rivales para conseguir, por fin, su primera victoria mundialista. En casa y por 37 milésimas sobre Oliveira. Un resultado que, con el sexto de Kent, da un poco de vida al Mundial. Muy poco, eso sí.