Iván Riera rompe todas las barreras en los circuitos

Formado en la inagotable cantera del kárting, en el que debutó con cuatro años, logrando varios títulos regionales en Asturias y Castilla y León, el langreano ha sentido siempre una predilección especial por los circuitos, a pesar de ser una modalidad no tan arraigada en nuestra región. «Todo el mundo me dice lo mismo. Siempre me llamó la atención los circuitos, la adrenalina que te produce el luchar cuerpo a cuerpo con otra gente», indica Riera, quien este pasado fin de semana logró en el Circuito Ricardo Tormo de Cheste su primera victoria en la GR Cup Spain.

Desde su irrupción en los turismos en la temporada 2020, en la que ya pisó el cajón más alto del podio en una de las carreras de la Copa Kobe Motor, el camino de Riera ha seguido una línea ascendente, que tuvo uno de sus puntos clave el año pasado cuando se hizo con el título de la Copa Saxo 8v. «A la temporada pasada no se le puede pedir mucho más. Fue un año muy completo, logrando el título con bastante diferencia respecto al segundo. Eso nos impulsó para estar este año donde estamos y que la gente supiera quién era», apunta el piloto en relación a su salto a la novedosa GR Cup Spain.

Una monomarca japonesa en la que estuvo a punto de no competir, perdiéndose el primer meeting de la temporada. Pero, gracias al apoyo de Toyota Asturias, se pudo sumar a la misma en MotorLand Aragón, donde visitó el segundo escalón del podio en la carrera del domingo. «Queríamos venir a la Copa para ganar y, en nuestra primera participación, sin haber probado previamente el coche, nos vimos que estábamos ahí», comenta Riera, quien ve difícil poder alcanzar el título. «El Campeonato está complicado porque corrimos una prueba menos, pero hay que seguir apretando para demostrar que somos válidos para estar en cabeza».

Uno de los hándicaps con lo que se encuentra es la falta de instalaciones permanentes en Asturias. Tiene las más cercanas en Navarra y Jarama, a más de 400 kilómetros. «Entreno con lo que se puede, viendo ‘onboards’, haciendo simulador y preparándome físicamente lo mejor para, cuando llego a los circuitos, tardar el menor tiempo posible en sacar el máximo partido», señala el joven.

De cara a su preparación, el piloto tiene en el kart una de sus herramientas preferidas. «Siempre que puedo me subo en él, es lo mejor, tanto físicamente como para el tema de conducción. Es la mejor escuela», apunta Riera, quien ha creado incluso su propio equipo, el HRI Racing Team.

Con 20 años, a la carrera deportiva del asturiano le quedan aún varias etapas, aunque todo depende del factor económico. «Es un deporte muy caro y en el que, si no tienes a alguien que te apoye, es muy difícil seguir, por lo que nos toca demostrar día a día que somos capaces, ir escalando, y que sea lo que Dios quiera».