D. S. DE CASTRO
Sábado, 27 de marzo 2021, 01:56
A veces el destino tiene una curiosa cualidad para poner los calendarios. No podía ser otro día que el Viernes de Dolores, también conocido como Viernes de Pasión, lo que resumiera el primer día de trabajo de verdad de la temporada 2021 de Fórmula 1. ... Dolores, especialmente de cabeza, es lo que van a tener los aficionados de Alpine y en concreto los de Fernando Alonso al menos en el inicio de la temporada. El A521 comenzó en Baréin con una preocupante falta de rendimiento, tanto en tandas cortas como en largas. Aunque fue un viernes inusual, ya que se ha recortado media hora cada sesión de entrenamientos, Alonso no esperaba verse en 16ª posición por la mañana y 15ª por la tarde, ya bajo los focos, tras los libres.
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El rendimiento del Alpine fue ciertamente pobre. Ya en los libres quedó claro que no se encontraría en la mitad alta de la zona media, pero ni mucho menos se esperaba que iba a estar más cerca de los Williams y los Haas, que parecía que no podían ir peor que el año pasado que de los Ferrari o los McLaren. Alonso no pudo acabar satisfecho de su primera jornada porque ni siquiera pudo batir a su compañero, Esteban Ocon, que sin ir mucho mejor, logró esa pequeña victoria de marcar territorio con el bicampeón mundial.
La sensación de que el Alpine es lento tiene que confirmarse este sábado. Todo apunta a que tendrá que luchar para llegar a la Q3, y que aspirar a un 'top 10' se antoja un objetivo un tanto irreal. En una parrilla en la que los quince primeros están en menos de un segundo, una décima puede suponer un salto del decimoquinto al noveno, pero sobre el coche azul ha cundido un cierto pesimismo de inicio. Lo que se barruntaba tras los test se ha empezado a confirmar en los primeros libres.
Por su parte, el salto cualitativo que ha dado Ferrari permitió a Carlos Sainz salir sonriente de su primera jornada de gran premio como piloto de la Scuderia. El SF21 se antoja un coche mucho más pilotable que su predecesor, más rápido y sobre todo más competitivo. Tanto Sainz como Charles Leclerc, pese a unos pequeños problemas de este en la recta final de los segundos libres, se mostraron capaces de pelear por la zona alta sin mucho esfuerzo. El cuarto puesto final del español sabe a gloria y le invita a creer de cara a su primera carrera con la escuadra roja.
Una de las imágenes que dejó este viernes fue la de Sainz en la misma décima que el mismísimo Lewis Hamilton. Apenas 45 milésimas separaron el crono del español del mejor marcado por el heptacampeón, que confirmó que ni el Mercedes W12 estaba tan mal como parecía en los test ni tan bien como ellos desearían.
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Red Bull acabó 2020 apretándole las tuercas a Mercedes, pero la ventaja que tenían los campeones hacía augurar que ni siquiera el pequeño (pero a la postre vital) cambio normativo en el diseño de los monoplazas de 2021 iba a ser suficiente como para hacer tambalear su dominio. Max Verstappen demostró que está en condiciones de presentar batalla en este 2021. El neerlandés fue el más rápido en los libres 1 y los libres 2, mostró un ritmo muy constante en tandas largas y cortas y dejó lejos a sus competidores. Las más de dos décimas que le separaron del crono de Hamilton son todo un alarde de fuerza ante un piloto que antaño ni siquiera había necesitado usar los neumáticos blandos hasta la clasificación, y que este viernes ya pulió dos juegos nuevos. Lo mejor que le podría pasar al espectáculo es que el heptacampeón tuviera un rival real. o varios.
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