Fernando Alonso, con licencia para soñar

A menos de un mes para la presentación del Aston Martin y con la nueva fábrica en su tramo final, Alonso tiene la misma prisa que el equipo por dar un salto de calidad

EDUARDO ALONSO

Domingo, 15 de enero 2023

En la filmografía del agente más secreto del mundo -«Bond, James Bond»-, salvo alguna excepción, los Aston Martin han sido una constante. La marca de automóviles y 007 son un dúo casi indisolubre ya que los coches británicos han aparecido en doce de las películas, ... la mitad prácticamente. Entre todos ellos, el que más se identifica con el agente con licencia para matar es el modelo DB5, un auténtico clasico que ha salido en ocho de los filmes. La primera vez, en 'Goldfinger', el primero de la saga.

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Hablar de Aston Martin es hacerlo de una máquina mítica, un icono de estilo y también del cine. Lawrence Stroll, millonario canadiense que amasó su fortuna apuntalando marcas como Tommy Hilfiger y Michael Kors, que vive un día en Montreal y otro en Londres, Nueva York, Ginebra o la isla caribeña de Mustique, siempre en lujosas residencias, y que igual navega en yate que vuela en jet o helicóptero privados, es un enamorado de los automóviles. Pero no de cualquiera. Solo de aquellos que no están al alcance de cualquiera. Y, sin más, encabezando un grupo de inversores, tomó el control del fabricante inglés fundado en 1913.

No se quedó ahí. Capitaneó también la adquisición de la escudería Force India de F-1, la que quedaba de la raíz de Jordan (después conocida como Midland y Spyker), por 105 millones de euros. Un equipo en aprietos que necesitaba justamente un nuevo propietario con suficiente 'cash'. Con dinero en efectivo para inventirlo sin miedad. El canadiense sentó a su hijo Lance Stroll en uno de los monoplazas del equipo, que tomó el nombre, primero, de Racing Point y, posteriomente, de Aston Martin.

En estos años dos años, Sebastien Vettel llevó al monoplaza ya verde al segundo cajón del Gran Premio de Azerbaiyán de 2021, que se decidió en una única vuelta lanzada al esprint. Ha sido su único podio hasta la fecha y el mejor resultado hasta el momento.

Fernando Alonso se entrega ahora a este proyecto de Aston Marting para cimentar el salto de calidad que tanto ha soñado Lawrence Stroll para un proyecto que este próximo mundial debería, por fin, comenzar a cumplir las expectativas y, especialmente, a hacer bueno todo el dinero que han depositado en él. Solo en la construcción de la fábrica de sus sueños en Silvestone, cuyo edificio principal, donde se fabricará el coche ya de la temporada 2024, se inaugurará este próximo mayo, de una extensión de unos 37.000 metros cuadrados, se han invertido 225 millones. La primera factoría nueva de F-1 que se levanta en el Reino Unido en los últimos 17 años.

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Finalizada de una forma decepcionante su tercera experiencia en Renault, Fernando Alonso ya es uno más de la familia Aston Martin. De hecho, el asturiano ya se subió al AMR22, el monoplaza que la pasada temporada pilotaron Stroll y Vettel, y volverá a hacerlo muy pronto. Su debut en este nuevo año 2023 será el 7 y 8 de febrero, antes de la presentación del nuevo monoplaza AMR23 -que se producirá una semana más tarde-. En el circuito de Jerez, sin público y a puerta cerrada. Pirelli, en un test para probar los nuevos neumáticos, ha llamado a las puerta de la escudería del asturiano y de Mercedes.

En la decisión del bicampeón ovetense, que ya luce por las carreteras asturianas un detalle que le ha regado su nuevo equipo -un DBX707, un SUV deportivo de más de 700 caballos que se vende por 250.000 euros-, de aceptar la propuesta de Lawrence Stroll seguramente ha jugado un papel relevante la figura de Martin Whitmarsh, con quien ya coincidió en su paso por McLaren y que ocupa el cargo de CEO de la tropa de Silverstone. El millonario canadiense no ha escatimado en dinero para rodear al equipo de las mejores 'cerebros' del 'circo'.

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Fichajes a golpe de talonario

Ha fichado, en este sentido, a golpe de talonario. El cuerpo técnico de Aston Martin está encabezado por Mike Krack, director de equipo, que estaba al frente de las operaciones de automovilismo mundial de BMW, y Dan Fallows, director técnico, que ha pasado toda su carrera junto a Adrian Newey, director técnico de Red Bull, al que muchos consideran el mayor genio de la historia de la Fórmula-1. Ambos serán los nuevos jefes del asturiano en su nueva aventura.

Pero no han llegado solos. Krack y Fallows lideran un equipo de ingenieros que cuenta también con Andrew Green -ha vivido la evolución del equipo de Lawrence Stroll desde sus orígenes en 1991 como Jordan Grand Prix- y al que se han incorporado también Luca Furbatto, reclutado en Alfa Romeo por Aston Martin, y Eric Blandin, responsable de aerodinámica en la escudería Mercedes.

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La primera y principal conclusión que ha dejado esta cuenta atrás en el camino del Mundial de Fórmula-1 2023 para los intereses de Fernando Alonso, que ya trabaja en el simulador, es que su nueva escudería tiene tanta prisa como él por mejorar y que en la factoría de Silverstone se han apresurado por tener un monoplaza competitivo.

El bicampeón asturiano tiene motivos para recuperar la ilusión. Su nuevo coche, impulsado por el motor Mercedes, dicen, tiene poco que ver con el anterior, el Alpine, motorizado por un propulsor Renault muy poco fiable y poble en rendimiento, aunque esto no ha hecho ni empezar.

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