Secciones
Servicios
Destacamos
david sánchez de castro
Madrid
Sábado, 12 de septiembre 2020, 16:18
El circuito de Mugello se encuentra en pleno corazón de la Toscana, cuya joya de la corona es Florencia. Hogar y cuna del Renacimiento, no se podría entender el actual sistema social sin conocer lo que ocurrió allí entre los siglos XV y XVIII. Las ... constituciones modernas tuvieron su germen, o buena parte de él, en las mentes preclaras de Lorenzo de Médici, Nicolas Maquiavelo, Girolamo Savonarola… Europa es lo que es hoy por aquellos.
De sus escritos nacieron las constituciones, la raíz del estado moderno. Por eso, es un lugar perfecto para que en la Fórmula 1 se vuelva a una cierta normalidad, casi convertida en ley, que es ver el sábado a Lewis Hamilton marcando una 'pole'. Después de lo visto en Monza, los más optimistas se atrevían a hablar de cambio de ciclo. Inocentes ellos, creían que la victoria de Pierre Gasly era la llave a una especie de revolución de la clase media. La realidad es bien distinta. Mugello no va a dejar paso a un nuevo sistema igualitario, con opciones para todos y en el que Carlos Sainz, entre otros, visiten el podio con asiduidad. Nada más lejos: en condiciones normales, aquí manda Mercedes.
Tanto fue así que en un circuito desconocido como este para la Fórmula 1, los tres primeros clasificados de la parrilla de este domingo son los más sencillos y obvios de predecir. El buen rendimiento de Max Verstappen en los libres y en las primeras dos tandas de la clasificación hacían soñar a quienes querían ver una alternativa al control absoluto de los sábados de los coches de negro. Sin embargo, Lewis Hamilton y Valtteri Bottas mandaron con puño de hierro en la clasificación, y pronto se vio que iban a ser los únicos con opciones reales de marcar la primera 'pole' en Mugello en la historia de la Fórmula 1.
El finlandés parecía un punto más fuerte que el británico, pero siempre en la Q3 es donde el hexacampeón da el do de pecho. Esta vez, incluso, con un toque de fortuna, ya que de los habituales dos intentos de esta última tanda solo le hizo falta el primero para descartar a su compañero, con la ayuda de Esteban Ocon, que se salió en la primera curva y provocó una bandera amarilla que destrozó las opciones de todos.
En una clasificación inesperada en su desarrollo pero más que previsible en su resolución, Carlos Sainz marcó el noveno mejor tiempo y gracias. El rendimiento dubitativo del McLaren MCL35 se disipó en un sábado más caluroso que en los libres del viernes, lo que permitió tanto al español como a su compañero Lando Norris pelear por entrar a la Q3 con relativa solvencia. Al británico le privaron de esa última tanda unas pocas milésimas, pero el madrileño pasó con algo menos de sufrimiento. Esa bandera amarilla provocada por el futuro compañero de Fernando Alonso en Alpine F1 le dejó sin opciones, si bien tampoco habría conseguido un tiempo mucho mejor, visto lo visto.
«Ya habéis visto lo difícil que lo tenemos este fin de semana. Los dos Renault van mucho más rápido, los Racing Point también, pero en carrera puede ser otra cosa, aunque el ritmo el viernes en carrera tampoco era nada del otro mundo. Con la alegría de haber pasado a la Q3, porque sinceramente no nos lo esperábamos, pero soy consciente de que mañana puede ser un día duro y que va a haber que pelea», destacaba Sainz nada más bajarse del coche.
Sainz puede darse con un canto en los dientes por haber entrado entre los diez primeros, porque el hombre que le impidió ganar en Monza, Pierre Gasly, ni siquiera pasó el primer corte. La extrema igualdad que hay en la zona media de la parrilla se maximiza en un circuito tan corto como este. En apenas diez posiciones no hay más de unas décimas, y en este caso el perjudicado fue el de AlphaTauri. Gasly, ufano triunfador seis días atrás, que partirá desde una pobre 16ª posición tras quedarse a milésimas de la Q2. Normal que blasfemase en un perfecto francés. La dificultad para adelantar aquí hacen prever una carrera mucho más calmada que la de Monza, lo que añade un punto más de frustración al normando.
Mugello será una fiesta para Ferrari, más en lo extradeportivo por sus 1.000 grandes premios que en la pista… salvo milagro de Charles Leclerc. El monegasco, empeñado en levantar la bandera del Cavallino como sea, se vio beneficiado por esa bandera amarilla en la Q3 y partirá quinto. Con un poco de fortuna de su lado, quizá pueda aspirar a meterse en el podio y dar una alegría a los primeros aficionados que visitan las gradas de un gran premio de Fórmula 1 este año.
--
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.