Leclerc se luce en un circuito de Montmeló abarrotado

El primer día de actividad del GP de España de Fórmula 1 confirmó varias previsiones. La primera, la de temperatura: quienes acudan al Circuit de Barcelona-Catalunya más vale que lleven agua, crema de protección solar y gorra. El intensísimo calor que se espera va a ser un rival a batir para los espectadores en las gradas y para los propios pilotos e ingenieros, que dedicaron buena parte de los entrenamientos libres a comprobar la durabilidad de los neumáticos y su desgaste.

La otra certeza es que los Ferrari están arriba. Aunque no llevaron la gran evolución anunciada, sí estrenaron un nuevo suelo que, entre otras cosas, les permite paliar el temible efecto de 'porpoising' que ya empieza a pasar factura física a los propios corredores. En este sentido, lo que no ha cambiado es que Charles Leclerc está uno o dos pasos por delante de Carlos Sainz. Aunque el madrileño tuvo una jornada razonablemente buena, se quedó detrás de su compañero tanto en los primeros como en los segundos. Por la mañana acabó segundo, pero por la tarde se vio sorprendido por unos invitados inesperados, los Mercedes.

El equipo que viene de dominar la última era de la Fórmula 1 no acertaron con el diseño del W13, por lo que las novedades que traen a Montmeló son clave para reemprender la marcha. Acabar con sus coches segundo y tercero fue un gran alivio para los hombres de las 'flechas plateadas', si bien de nuevo fue George Russell quien acabó por delante. Lewis Hamilton, aunque satisfecho, aún se siente un poco decepcionado. Habrá que ver si confirman esas sensaciones en la clasificación de este sábado, donde previsiblemente estarán los Red Bull, muy tapados este viernes, peleando con Leclerc y Sainz. Si a la zona de cabeza se pueden meter Russell y Hamilton, será bueno para el espectáculo.

El heptacampeón protagonizó una de las imágenes del día junto a un viejo conocido, y máximo ídolo local: Fernando Alonso. El asturiano recibió una reprimenda de los comisarios -a los que horas antes había llamado «incompetentes» referidos a los de Miami por la doble sanción que le costó los puntos- por estorbar al que fuera su compañero en McLaren en 2007. Hamilton venía en vuelta rápida cuando se topó con el español, que no se dio cuenta de la situación y siguió por su línea. Hamilton acabó pisando la tierra y se llevó un buen susto. Esto, en clasificación, hubiera sido una sanción segura.

Una afición ilusionada

El circuito de Montmeló es uno de los imprescindibles en el calendario de muchos aficionados. Después de varios años en los que no han podido ir por las restricciones, las gradas volvieron a coparse hasta el punto de que este viernes fue un día grande. Pocas veces se vieron tantos espectadores para ver unos libres. Las estimaciones apuntan a que hubo más de 55.000 espectadores torrándose bajo el sol para ver los ensayos.

Esta situación es una alegría y también una responsabilidad para los pilotos, que quieren dar espectáculo, y sobre todo para los españoles. Alonso estaba encantado, pero quiere más y aunque fue un día dentro de lo previsto y sin problemas, no se conforma. «Hemos recogido información útil, pero está claro que tenemos que seguir mejorando el coche de cara a mañana. El equilibrio no es perfecto, así que hay más trabajo por hacer esta noche para asegurarnos de que estamos mejor preparados para la clasificación», aseguraba el piloto de Alpine.

Por su parte, Sainz apuntó que las «mejoras» (esta vez no era irónico) sí dieron los resultados esperados. «Hemos metido muchas cosas nuevas y ha sido interesante, aunque hice algunos cambios en el segundo libre que me impidieron mejorar y creo que volveré a lo probado al principio», avanzó el madrileño sobre el plan previsto. En este sentido, casi dentro de un alarde de optimismo, el de Ferrari agradeció el apoyo mostrado y prometió más: «Es genial la cantidad de gente. Para ser viernes ha venido muchísima gente a animar, así que intentaré que mañana que se lo pasen aún mejor».