Alonso, cuarto en el Mundial y Verstappen se corona en Abu Dabi

El neerlandés dse subió al podio acompañado de Charles Leclerc y George Russell, que se jugaron el subcampeonato de constructores para sus respectivos equipos hasta la última vuelta del GP de Abu Dabi, con Sergio Pérez como juez inesperado de la contienda. Al final, fue Mercedes quien se llevó el gato al agua, gracias en buena medida a una nueva demostración de estulticia estratégica por parte de Ferrari, incapaz de gestionar de manera correcta la carrera de Carlos Sainz, que acabó abandonando justo antes de hacer una inútil y tardía, pero obligatoria, segunda parada en boxes. Fernando Alonso finalizó séptimo, una posición que parece insuficiente visto cómo ha sido su año, pero que a la postre le ha valido para acabar cuarto en el Mundial de 2023. Por medir el resultado, es la mejor clasificación del asturiano desde 2013.

Aunque Leclerc intentó sorprender a Verstappen en la primera vuelta con una gran agresividad, el tricampeón del mundo demostró que sabe defenderse con uñas y dientes aunque ya no se juegue más que el prestigio de conseguir otra victoria más. El ataque del monegasco en la tercera curva fue lo máximo que pudo lograr, aunque Verstappen se resistió sin problemas. Fue una salida tensa también en la zona trasera, con Alonso disputándose la sexta plaza con Yuki Tsunoda, que quería sumar buenos puntos para asentar la quinta posición final del Mundial, toda vez que a Sainz le costó mucho remontar hasta el 'top 10'. El asturiano no apretó demasiado en esos primeros compases de la última carrera del año, toda vez que por delante Lando Norris se asentaba en la tercera posición muy pronto tras pasar a su compañero Oscar Piastri para adelantar en la general a la dupla española.

La caída del australiano a la cuarta posición y después a la quinta tras ser adelantado por George Russell provocó un pequeño aleteo de mariposa que puso patas arriba la zona media de la pelea por los puntos. Unos puntos vitales para el Mundial de constructores tanto para Mercedes, como para Ferrari, con quienes se jugaban el subcampeonato (y con ello, el dinero), y de McLaren en su defensa con Aston Martin por la cuarta posición.

Aston Martin decidió hacer parar pronto a Alonso, en la vuelta 13, para intentar el 'undercut' (adelantar después de la compensación de los tiempos en boxes) con Tsunoda, con el que perdió mucho tiempo en esas primeras vueltas de carrera. El asturiano se vio muy rápido en pista, lo que hizo que McLaren moviese ficha. Piastri fue el siguiente en parar y salió justo delante del español, que aunque le apretó en esa vuelta de regreso a pista con neumáticos más en forma, se quedó corto. Su pelea no era con él, sino con Norris, que vio cómo perdía el tercer puesto virtual con Russell, cuyos mecánicos actuaron mejor que los de McLaren.

La diferente estrategia de los equipos propició una imagen inédita. Tsunoda, con el AlphaTauri, fue líder durante unas cuantas vueltas porque él iba a una parada como otros por detrás, caso de Sainz. Una de las anécdotas de la carrera hasta que se recolocó todo, de nuevo, con Verstappen al frente, seguido por Leclerc, Russell, Norris, Piastri, Alonso y Pérez cuando se cruzó el rubicón de la mitad de la carrera.

En cuanto el mexicano tiró de Red Bull frente al Aston Martin, Alonso empezó a verse obligado a mirar tanto por delante para no perder de vista la parte trasera del McLaren de Piastri, como sobre todo por los retrovisores, porque venía a Hamilton, al que desde la radio su jefe, Toto Wolff, motivaba para intentar sumar lo máximo posible. Aunque la pelea era solo por el séptimo puesto, los puntos eran críticos para el Mundial. Con la llegada de las segundas paradas en boxes, Hamilton hizo claudicar a Alonso. Mercedes se adelantó a la parada con el heptacampeón, y Aston Martin reaccionó demasiado tarde, lo que a la postre benefició a Hamilton… y al espectáculo.

Aunque Hamilton ganó la posición frente a Alonso, el asturiano no se quiso rendir. Aunque dejó un mensaje a su equipo quejándose de que eran el coche «más lento en recta, de largo», no vendió la posición barata ni mucho menos. De hecho, volvió a pasar a Hamilton, que se quejó de que su viejo compañero le había hecho un 'test de frenos' delante, lo que derivó en una investigación de los comisarios al español por conducción errática.

Esta lucha benefició a Ferrari, que contaba con Leclerc por delante de Russell y un Sainz que, después de una estrategia más que dudosa de su equipo, no paró a hacer su obligado segundo cambio de neumáticos hasta que restaba una vuelta. De hecho, entró en boxes y no volvió a salir. Para qué.

El subcampeonato de constructores se decidió con Sergio Pérez como juez. El mexicano fue sancionado con cinco segundos por un golpe con Norris, lo que le obligó a apretar los dientes para intentar atar el tercero de la carrera. Para ello adelantó a Russell, que a su vez era el principal argumento de Mercedes para lograr el subcampeonato, algo que Leclerc, que iba segundo, tenía muy presente.

Tanto fue así, que el monegasco se convirtió en el estratega de Ferrari, a falta de que en su equipo hubiera uno decente. Por su cuenta y riesgo decidió dejarse adelantar a falta de una vuelta por Pérez, para que este se escapase lo suficiente para compensar los cjnco segundos de sanción y, con ello, acabar por delante de Russell. La diferencia entre Ferrari y Mercedes era al límite, pero no fue suficiente: ni Pérez le sacó esos cinco segundos, ni Sainz puntuó, por lo que Mercedes ató el subcampeonato de constructores.

La carrera acabó con Verstappen sumando su 19ª victoria de la temporada, lo que ya es un hito histórico, con Leclerc segundo y Russell tercero. El séptimo puesto de Alonso le sirvió para mejorar su objetivo del quinto puesto final en la clasificación general de 2023, ya que, aunque acabó empatando a 206 con Leclerc, el mayor número de puntos le dio ventaja para acabar cuarto en el campeonato. La cruz fue para Sainz, que aspiraba a lo mismo y finalizó el año en una agria séptima plaza en la general.