Fernando Alonso, el más rápido del test de 'viejóvenes' pilotos

No sólo ha sido el más rápido de estos test, en los que compartió box con el chino Guanyu Zhou (una de las grandes promesas del gigante asiático). Superó los tiempos de Esteban Ocon en la Q2, el mejor del último Gran Premio de la temporada, por unas milésimas. Alonso sólo ha necesitado un día para ponerse las pilas y estar en tiempos del que será su compañero en 2021, y por tanto, su primera referencia a la hora de ponerse al volante del futuro Alpine.

El día comenzó con un aviso. En apenas las primeras vueltas, Alonso ya había dejado atrás a su excompañero Stoffel Vandoorne, que este martes ha tenido la oportunidad de subirse al casi imbatible Mercedes W11. En una sesión matutina dedicada a hacer ensayos de carrera y stints largos, Alonso puso a funcionar el metrónomo: tiempos constantes de 1:38 antes de comer y un objetivo: la vuelta rápida por la tarde con los neumáticos blandos.

Y vaya si lo consiguió. Aunque se fue por la mañana detrás del Mercedes de Vandoorne, en la última hora de ensayos que tendrá hasta febrero (al menos, con un coche lo más parecido posible al de 2021), Alonso exprimió el Renault RS20 hasta un tiempo que le habría colocado a mitad de parrilla este mismo fin de semana, primero con un 1:36.5 y luego con el definitivo 1:36.333. Por detrás, los dos Mercedes y el resto.

Ni mucho menos significa que el Renault (ya Alpine) del año que viene vaya a estar en ritmo de igualar a los Mercedes, pero sí que la readaptación a Alonso a su medio más natural está prácticamente completa. Para rabia de los que se hacían cruces por el permiso de la FIA a Renault y Alonso, en un solo día ha metido el miedo en el cuerpo a sus rivales. Desde los humildes Haas, que vieron cómo Mick Schumacher hacía la friolera de 125 vueltas (para él también fue un día de oro), hasta los ausentes McLaren y Racing Point, que no quisieron alinear a nadie para estos test y se quedaron sin probar.

Alonso sólo ha necesitado 105 vueltas, prácticamente la distancia de dos GPs, para confirmar lo que ya se sabía: vuelve con el hambre de un debutante. Tras dos años probando en disciplinas ajenas a la Fórmula 1, ha recuperado el apetito por una competición que adolece de serios problemas, como demuestra que aún resuenen los bramidos del Renault R25 y su motor V10 de hace 15 años en los tímpanos de quienes lo escucharon este fin de semana.

«Fue muy bueno y agradable estar de vuelta en el coche, especialmente con el equipo de carreras. He estado probando el coche de 2018 en test, pero este ha sido uno más serio y encendió un poco mi espíritu competitivo», admitía el asturiano al final de la jornada. «Ha sido genial sentir los coches modernos modernos y experimentar lo que pueden hacer. Estuve observando de cerca el progreso del equipo durante el fin de semana y fue agradable probar lo que aprendí desde fuera y luego dentro del cockpit hoy. Confirmamos muchas cosas básicas que ya habíamos preparado en la fábrica, como el ajuste del asiento, la posición del pedal, etc., lo cual es beneficioso con solo un día y medio de pruebas de invierno el próximo año», recordó el español.

Ahora sí que sí, la temporada 2020 ha puesto su punto final. El epílogo de los test de jóvenes pilotos cierra un difícil año en el que toda la Fórmula 1 se ha sentido en tierra de nadie, pero que afronta con ilusión un 2021 prometedor.