La primera y podio. Había muchas esperanzas puestas en Fernando Alonso y su Aston Martin y ambos no fallaron. El piloto asturiano alcanzó el tercer puesto en el Gran Premio de Baréin tras una gran lección de pilotaje y la fiabilidad, al fin, de ... su monoplaza. El ovetense arrancó con dudas. Los dos Mercedes mostraron sus garras en la primera vuelta y dejaron a Alonso en la sexta posición.
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J. A. G.
No inquietó esto al asturiano, que sabía que la carrera iban a ser 57 vueltas y había tiempo para recuperar el terreno perdido. Aston Martin completó una estrategia sobresaliente, exprimiendo las cualidades de un coche que permite sacar más rendimiento de las ruedas blandas. Alonso entró más tarde que sus rivales y eso permitió dejar atrás a algunos de sus rivales.
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Después de un inexplicable incidente con su compañero Stroll (que le rozó), el asturiano ofreció una lección de pilotaje y adelantó en pista a Hamilton. Leclerq vio como rompió su motor, mientras que Sainz no pudo resistir el ritmo del bólido verde que alcanzó la tercera posición, un podio que sabe a gloria en esta primera puesta en escena en el Mundial. Alonso está de vuelta.
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