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Charles Leclerc, en el circuito urbano de Montecarlo. AFP
Leclerc, un rayo en casa
GP de Mónaco

Leclerc, un rayo en casa

El monegasco domina con autoridad el primer día de trabajo ante su afición y deja claro quién es el favorito

david sánchez de castro

Madrid

Viernes, 27 de mayo 2022, 19:39

Después de perder como perdió el GP de España, para Charles Leclerc llegar al circuito de casa supone no solo una motivación extra, sino una necesidad de reafirmación. La maldición que le acosa está empezando a pasar el chascarrillo para convertirse en una obligación. No es que no haya ganado ninguna carrera desde que está en Fórmula 1 ante su público, es que ni siquiera las ha llegado a completar. Por tener problemas los ha tenido hasta en las exhibiciones, como cuando estrelló un mítico Ferrari 312T como el que usó Niki Lauda en uno de sus títulos con la Scuderia. Las calles del Principado están vetadas, irónicamente, para un joven que se crió en ellas.

Por eso para Leclerc era tan importante dominar con autoridad el primer día de casa. Con una pancarta enorme en uno de los puntos que jugaba con su apellido y la palabra L'eclair ('El rayo') para animarle, el que fue hasta el pasado domingo líder del Mundial se llevó la primera y la segunda tanda de libres con relativa facilidad. Muy relativa, porque entre él y su inmediato perseguidor, Carlos Sainz, apenas había media décima. La igualdad extrema entre los Ferrari juega a su favor por el momento, pero es consciente de que tiene mucha presión por no fallar. Ni debe ni puede.

Y es que si Ferrari empezó uno (o dos) pasos por delante de Red Bull en los libres, no puede olvidar lo que ocurrió en Montmeló. Tanto él como Sainz se las prometían muy felices, pero en un circuito tan enrevesado y a la antigua usanza, son las manos y la concentración lo que marca la diferencia. Que se lo cuenten a Daniel Ricciardo, protagonista del primer (y único del viernes) accidente en esta edición del Gran Premio más mítico de la competición automovilística de monoplazas por excelencia. El australiano dio con su McLaren contra los muros, propiciando una bandera roja que este sábado podría repetirse de nuevo en la clasificación si no están al 100% de concentración los corredores.

Con su futuro más cuestionado que nunca, irónicamente después de una remontada memorable, Fernando Alonso tiene ante sí un fin de semana que puede ser extremo: o muy bueno, o muy malo. Ya estuvo en la foto del primer incidente de la sesión, cuando se quedó atrapado entre el muro y el Haas de Mick Schumacher en la entrada del pitlane, cuando el Haas del alemán se quedó bloqueado por una avería en el MGU-K. El asturiano fue un figurante en la escena, pero le puede servir de aviso para lo que viene por delante en el resto de fin de semana.

Después de unos primeros libres muy dubitativos, Alonso fue octavo en los segundos. Muy buena noticia para él, que pudo probar en condiciones el rendimiento de los neumáticos tanto medios como blandos en unas calles de Mónaco muy calurosas (incluso tormentosas, hay una cierta probabilidad de lluvia para el domingo) donde quiere brillar. ¿Qué mejor escenario para despejar las dudas de Alpine que Mónaco, donde se forjaron las leyendas, y demostrarles que no hay joven talento que pueda sustituir sus manos?

Si Alonso es capaz de esquivar los fallos propios y ajenos, amén de los muros, puede dar la campanada. Y es que la zona media que parecía haberse distanciado en España se ha revuelto mucho más en las calles del Principado. Los Grimaldi serán anfitriones de una carrera diferente a otros años, ya que muchos ven imposible conducir sin estrellarse estos enormes coches. Lewis Hamilton, por ejemplo, dejó una estampa nada cómoda para sus fans: golpes en el volante y ladeo de cabeza porque era incapaz de controlar el rebote de su W13. También le pasó algo similar a George Russell, una de las grandes sorpresas de este arranque de campeonato, que no se ha bajado aún del 'top 5' en ninguna carrera de las disputadas.

La clasificación de este sábado será clave. En un circuito donde adelantar es una quimera, ni con DRS ni sin él, entrar en la Q3 es un objetivo obligado para todos los que aspiran como mínimo a puntuar. Fernando Alonso entre ellos, pero no de manera exclusiva. También es una oportunidad de oro para Carlos Sainz, donde ya cuajó un magnífico segundo puesto aquí hace un año.

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