Ricciardo se rebela en Mónaco

A poco más de 300 kilómetros del centro de la actualidad deportiva de este sábado, las calles de Mónaco gozaron de sus minutos de gloria gracias a la clasificación del Gran Premio con más solera y tradición del calendario. En un fin de semana en el que la palabra Champions se ha oído más que nunca, alguien que nunca había logrado llegar a lo más alto de una sesión de clasificación se reivindicó: Daniel Ricciardo.

El australiano consumó no sólo la primera pole de su carrera deportiva (sólo diez pilotos se habían estrenado en el Principado), sino que devolvió a Red Bull al primer puesto de una clasificación por primera vez desde Brasil 2013. Y con récord incluido: Ricciardo ha arrasado con un 1:13.622 el hito que tenía Jarno Trulli desde hace 12 años.

No fueron los Mercedes quienes mandaron en Mónaco. Nico Rosberg, que parecía el gran favorito, se quedó a más de una décima, y a Lewis Hamilton la mecánica le privó de luchar en condiciones por el primer puesto. Nada más salir en la Q3 se quedó parado al fondo del pitlane, y aunque le repararon el coche a tiempo, no llegó al 100% a las vueltas definitivas.

En cuanto a los españoles, muy buenas sensaciones. Carlos Sainz consumó un séptimo puesto en clasificación que le permitirá partir este domingo sexto, gracias a una sanción que lleva Kimi Räikkönen por montar una caja de cambios nueva. El madrileño tiene una enorme oportunidad de brillar de nuevo, más aún si la previsible lluvia hace su aparición. En la misma línea se prevé la situación de Fernando Alonso, aunque en su escala. El asturiano, por segunda carrera consecutiva, entró en la Q3. Aún no había encadenado dos top ten en McLaren, y en Mónaco ha conseguido un décimo puesto que, al final, será un noveno en parrilla. Sólo falta que se asiente en esta zona para consumar, de manera definitiva, la frase que todos los fans españoles de Alonso desean: McLaren vuelve a estar arriba.

Quien garantiza espectáculo para este domingo de resaca de Champions League es Max Verstappen. El ímpetu del vencedor de Gran Premio más joven de la historia le costó un accidente en la Q1 de la sesión, destrozó su Red Bull y partirá desde el fondo de la parrilla. Si llueve, puede protagonizar otra página épica para su palmarés. Si no, lo previsible es que sufra, y mucho, para alcanzar los puestos de arriba.

Confirmaciones para 2017: el 'halo' y neumáticos más grandes

La mañana en Mónaco fue frenética. Antes incluso de la sesión de los terceros entrenamientos libres, el paddock del Principado albergó dos importantes noticias, ambas relacionadas con la revolución que pretende la F1 en 2017. Primero, la FIA confirmó el camino elegido para el sistema de protección de la cabeza de los pilotos: apostarán por el halo (el que probó Ferrari en pretemporada) y no por el aeroscreen (la semicúpula de Red Bull). El motivo es que el primer elemento no afecta a la refrigeración del monoplaza, como sí lo hace la idea de Red Bull, además de que ya está desarrollado más en profundidad. Las primeras pruebas de impacto se realizarán en la semana posterior al Gran Premio de Europa, que se celebra por primera vez en la ciudad azerí de Bakú.

La otra gran novedad presentada en Mónaco fueron los nuevos neumáticos Pirelli para 2017. Tal y como pedían pilotos y aficionados, tanto los delanteros como los traseros han engordado: volverán a ser neumáticos más parecidos a los de los años 70, 80 y principios de los 90, con los traseros ligeramente más grandes que los delanteros. Los frontales pasan de 24,5 centímetros a 30,5 (6 cm, un 25% más), mientras que los postreros serán de 40,5 cm, frente a los 32,5 de ahora (8 cm, un 30% más). Con esta novedad, se espera que la aerodinámica sea menos importante y que los coches ganen bastante velocidad.