Secciones
Servicios
Destacamos
elcomercio.es
Martes, 3 de marzo 2015, 16:41
¿Qué le ocurre a Fernando Alonso? La pregunta circula por todo el mundo como la pólvora. El anuncio de la escudería McLaren de que el piloto asturiano no correrá en la primera prueba del mundial de Fórmula-1, que se disputará del 13 al 15 de marzo en el circuito de Albert Park, en Australia, ha vuelto a avivar una incógnita que lleva sin respuesta desde el mismo momento del accidente de Montmeló que apartó a Alonso de las pistas. Las sucesivas pruebas médicas a las que ha sido sometido y que confirman que no padece ninguna lesión, no han logrado calmar el ánimo de los aficionados, que siguen preguntándose qué es lo que le ocurre al bicampeón del mundo.
EN CONTEXTO:
A medida que han ido pasando los días tras el accidente han sido muchas las informaciones publicadas sobre su estado de salud. El choque del asturiano se produjo el domingo 22 de febrero. Las primeras informaciones apuntaban a que el asturiano había permanecido incosciente en el coche durante unos diez minutos después de sufrir un impacto lateral contra un muro del circuito catalán de Montmeló cuando circulaba a menos velocidad de la que soportaba la curva en la que se salió. Incluso hubo quién especuló con que Alonso había sufrido un desvanecimiento antes del impacto, algo que desmintió McLaren en base a los datos de la telemetría del coche. Lo que sí confirmó la escudería, en boca de su máximo responsable, Ron Dennis, fue el desvanecimiento. El portal 'Sportyou.es' fue más allá y señaló que el piloto se despertó hablando en italiano y creyendo que aún estaba en el equipo Ferrari.
Lo que vino después no contribuyó a calmar los ánimos. Los protocolos médicos que se aplican en la Fórmula-1 señalan que, ante un golpe en la cabeza, los pilotos deben pasar una serie de pruebas además de un periodo de entre 24 y 48 horas hospitalizados, en observación. La estancia de Alonso, bajo una enorme presión mediática, se alargó hasta el miércoles, con lo que se cumplieron tres noches de ingreso, más de lo que marca el protocolo. La foto de Alonso saliendo por su propio pie del hospital, caminando por el aeropuerto para dirigirse al domicilio familiar de Oviedo tampoco sirvió para calmar a la afición. Ni siquiera los posteriores exámenes médicos, en los que tampoco se detectó lesión alguna, o el mensaje del propio piloto en YouTube, cumplieron con este objetivo.
Y es que, el anuncio de su ausencia en Australia, ha vuelto a hacer saltar las alarmas. Según el equipo McLaren, los médicos aconsejan que no participe en la prueba como una medida de precaución ante el denominado "síndrome del segundo golpe". Los sanitarios pretenden evitar que Alonso vuelva a golpearse la cabeza en caso de un eventual accidente y recomiendan al asturiano prudencia a la hora de hacer los ejercicios físicos que deben dejarle con la forma óptima para competir. Diferentes expertos señalaron que el protocolo que se está siguiendo con el asturiano es el adecuado y que, aunque pueda parecer lo contrario, un golpe lateral a 150 kilómetros por hora contra un muro como el que se llevó Alonso es suficiente para tomar todas las precauciones posibles. "Será difícil no estar en Australia, pero entiendo las recomendaciones. Un segundo impacto en menos de 21 días NO. #cuentaAtrásMalasia", escribió hoy el asturiano en Twitter.
El secretismo de McLaren
Lo que tampoco ayuda a mejorar la situación es la política de comunicación de McLaren. En un momento de la temporada en la que aún se negocia la incoporación de patrocinadores (el coche y el mono del asturiano tiene aún muchos huecos libres para insertar publicidad) la escudería británica no se ha destacado precisamente por poner todas las cartas encima de la mesa. Desde el primer momento, McLaren ha aportado algunos datos, como que el coche no sufrió excesivos daños o que no hubo ningún fallo mecánico. De hecho, culparon al viento del accidente, una versión que tanto el asturiano como la Federación Internacional de Automovilismo pretenden verificar para evitar que la situación se repita. Descubrir un fallo de diseño en el coche sería una pésima noticia tanto para McLaren como para Honda, la marca que suministra los motores y que ha invertido 500 millones de euros en su regreso a la Fórmula-1. La investigación de la FIA deberá determinar cuáles fueron las razones que llevaron al coche contra el muro, una investigación de la que muchos están pendientes, incluido Alonso.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Nuestra selección
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.