Ocon y Alonso, antes de empezar la prueba en Hungria. AFP
Fórmula 1

Fernando Alonso tiene el enemigo en su propia casa

«Nunca en mi vida había visto una defensa como la de Ocon», afirmó el piloto asturiano, que terminó octavo en Hungría. Ferrari entrega el título a Verstappen

D. S. DE CASTRO

Lunes, 1 de agosto 2022, 01:39

Justificar la paupérrima actuación de Ferrari en la carrera del GP de Hungría no puede ser más díficil. En los 'tifosi' genera cierta vergüenza ver cómo la Scuderia es capaz de inmolarse carrera tras carrera, bien con la estrategia, las paradas en boxes, el ritmo o todo a la vez, como ocurrió este domingo en el trazado magiar. Es difícilmente explicable con datos en la mano que Carlos Sainz y Charles Leclerc, que salían segundo y tercero y habían mostrado un ritmo neto muy superior al de sus rivales, acabasen fuera del podio. Es incluso más entendible que Max Verstappen lograse la victoria saliendo desde el décimo puesto, la mayor remontada de su vida en Fórmula 1, ya que cuenta con un coche que funciona y, sobre todo, unos estrategas que tienen cierta idea de cómo leer las carreras. Algo que en Ferrari, evidentemente, no ocurre.

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A Fernando Alonso le pasa algo parecido. Al piloto asturiano unas veces le corta las alas su equipo y otras su compañero, Esteban Ocon. Ayer, litigó en la salida con vehemencia, demostrando que es un piloto mayúsculo, pero también no tuvo en cuenta que se trataba del 50% de Alpine, al que estuvo a punto de echar contra el muro en alguna curva.

Fernando Alonso acabó octavo, justo por delante de Ocon pero ni mucho menos gracias a él. De hecho, si por el francés hubiese sido, el español de Alpine ni siquiera habría completado la primera vuelta. «Nunca en mi vida había visto una defensa como la de Esteban. ¡Nunca!», se quejaba Alonso por radio después de que su propio compañero le echase de pista dos veces en las primeras curvas de la carrera. Aunque Ocon devolvió la posición después al ver que no tenía ritmo de carrera equiparable, de nuevo quedó señalado por su manera de entender la labor de dos pilotos dentro de una misma escudería.

Por suerte para Alonso, tuvo buen tino y reflejos para sostener una buena octava plaza que le hace sumar tres puntos más en su casillero de la general y mantener intacta su racha de ocho carreras entre los diez primeros. Ahora podrá descansar estos días mientras acaba de decidirse, porque ha prometido que después del verano tomará una decisión sobre su futuro con Alpine. o con otro equipo.

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Remontada de campeón

Ferrari encadenó errores desde el comienzo. En su primera parada, impidieron a Sainz luchar por la victoria. La apuestaera Leclerc. Verstappen cambió el guion de todos. Consciente de que tenía mejor ritmo puro y que con bajas temperaturas podía hacer funcionar mejor los neumáticos medios, adelantó su parada lo suficiente como para obligar a Russell y a Leclerc a hacer lo propio. Lo lógico era montar otros medios e intentar al final ir a por unos blandos. Se veía en la televisión y en el resto de equipos. Los duros no funcionaban; eran las ruedas a esquivar. Russell montó medios, Leclerc duros y Ferrari perdió la carrera. Ni un trompo de Verstappen tras pasar al monegasco le salvo los muebles, porque el campeón del mundo supo salvar la situación y pasó no una, sino dos veces, a un desesperado Leclerc. El monegasco vio cómo le montaban cinco vueltas después los blandos que ya habían probado en Sainz. Tarde y mal.

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Así, Max ya tiene en el bolsillo un nuevo título de campeón del Mundo de Fórmula 1.

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