Cristina Gutiérrez da la campanada en el Dakar en la categoría Challenger

Piloto ya veterana en estas lides, actualmente enrolada en la Extreme E en el equipo del mismísimo Lewis Hamilton, vio cómo un golpe de fortuna de los que pueden cambiar una carrera deportiva le beneficiaba. El líder antes de la última etapa, Mitch Guthrie, partía como el gran favorito para ganar este Dakar. Contaba con ventaja razonable, y Cristina Gutiérrez solo podía apretar y esperar. Con solo 175 kilómetros de jornada, poco o nada más podía hacer… Y de repente, llegó la sorpresa.

Hasta en dos ocasiones, la transmisión del Taurus del estadounidense falló, hasta que en la segunda fue una rotura fatal. El americano, hijo del legendario Mitch Guthrie sénior, todo un referente en el mundo de los raids, dejaba expedita la victoria a Gutiérrez, que aun así tuvo que forzar. A falta de poco más de 40 kilómetros, la española aún tenía un minuto que recortarle a su rival y lo consiguió 'in extremis'. Entró tercera, a poco más de un minuto del ganador del día, el brasileño Gastaldi, y metiéndole una hora en la jornada a su rival, para dejar su victoria atada y bien atada.

Es la despedida perfecta de lo que antaño se conocían como SSV para Cristina Gutiérrez, que estaba más que satisfecha por lo logrado. «Hay que luchar hasta el final. Sabía que 25 minutos era mucho tiempo, pero nunca se sabe lo que puede pasar, así que seguí atacando hasta el final. No rendirme nunca es uno de mis valores», señalaba, contenta y exhausta tras las dos semanas de raid.

Este éxito es la culminación dakariana de una piloto que ya sabe lo que es ser campeona. A sus 32 años ya conoce lo que es romper barreras. Sus padres le metieron la fiebre por el automovilismo desde muy pequeña y en 2010 empezó su carrera profesional haciendo bajas y rallies todoterreno, que es su pasión. En 2017 debutó en el Dakar, pero no fue hasta 2021 con su paso a los prototipos ligeros cuando vio que por esa vía tenía opciones de éxito. Ese año fue la primera española en ganar una etapa, para después en 2023 lograr otras dos, cuando ya se había subido al podio el año anterior.

La consagración en este 2024 es un paso adelante, pero no el definitivo, ya que es consciente de que ahora no es aquella joven odontóloga que miraba vergonzosa en la sala del Consejo Superior de Deportes (CSD) a los pocos periodistas que se habían acercado a la presentación de su primer Dakar. Ahora es toda una campeona por mérito propio y sabe que, sin tener en cuenta su sexo, es una de las competidoras más temidas del mundo de los raids.