Alonso se crece en las dunas

La victoria de la etapa se la jugaron dos pilotos que se conocen perfectamente y que demostraron que los refranes suelen acertar en un altísimo grado de veces. La experiencia es un grado sumo, y tanto Stepháne Peterhansel como Carlos Sainz tienen sobrada en su zurrón para saber cuándo deben y cuándo no deben apretar. El trece veces ganador del Dakar y el 'Matador' se las vieron durante una larga etapa en la que ninguno de los dos se escapó más de dos minutos, y en la que acabó venciendo el francés. Sainz, pese a abrir pista, solo padeció los primeros kilómetros sobre arena en una etapa que se disputó por primera vez este año sobre esta superficie. En cuanto el buggy de Mini se acomodó al firme de las dunas, quedó claro que era cosa de ellos dos.

Para Sainz no fue un día cómodo, pero sabía que esta era una jornada en la que no podía fallar. Una caída demasiado brusca en una duna, un mal movimiento para modificar la trazada o una avería, y al traste todo el proyecto. Consciente de que el español tendría que limitar sus capacidades de ataque, Peterhansel, que va con 17 minutos de retraso por sus problemas en las primeras jornadas del raid, pasó al ataque desde el principio. Algo rezagado, pero sin perderles de vista un Nasser Al-Attiyah que no se sintió cómodo lejos de las zonas más duras del terreno.

Al final del día, Sainz no podía estar más satisfecho. Llega al día de descanso con casi 8 minutos de ventaja sobre Al-Attiyah y con más de 16 sobre su compañero Peterhansel. La labor de Lucas Cruz en esta semana se ha antojado aún más importante si cabe, por lo que en buena medida este primer puesto es suyo.

También contar con Marc Coma al lado ha sido crítico para Fernando Alonso . El asturiano completó una de sus mejores etapas en sexta posición, a menos de 8 minutos del vencedor del día y por primera vez sin problemas serios. La etapa más larga de las que ha disputado Alonso en el Dakar, sobre un terreno que no puede ser más distinto al suyo natural, le han dejado una muy buena sensación. Cada vez sabe afinar más los automatismos, cuándo debe apretar y cuándo debe aflojar y su entendimiento con Coma está funcionando a las mil maravillas. Pese a las más de dos horas y media que perdió en la tercera jornada, el español se mantiene con opciones de meterse en el 'top 15', que de momento tiene a 20 minutos. Además, a su favor tiene que ha salvado con notable un día muy difícil para los menos habituados a este terreno.

«Me encuentro mejor en las dunas, aunque no sé la razón por la que tengo más ritmo. Marc me da muchos consejos porque entiende la carrera, me dice qué dunas hay que pasar tranquilo y en cuáles atacar. En terreno pedregoso, el Toyota ha pinchado mucho y eso es una penalización muy grande», analizaba, aunque admite que aún no sabe «qué es más peligroso, si ir al 70% o al 90%».

Sobre sus posibilidades para lo que queda de Dakar, es cauto. «Veremos cómo va, si la carrera es dura. Creo que de eso dependerá mi posición. Un día pierde uno 40 minutos, otro rompe el cambio y al final hay diferencia de horas. Por ahora no ha pasado nada entre los cinco o seis grandes, pero si empiezan a pasar cosas y yo sigo con este ritmo con el que recuperar en la etapa, a lo mejor te puedes meter en el 'top 3' un día», considera, aunque se siente conforme. «Es un desafío grande pero estamos afrontándolo con buena nota», presume.

En motos, Barreda sigue con su resurrección. El valenciano completó su mejor etapa en lo que va de Dakar. Acabó segundo tras un inalcanzable Ricky Brabec, que se asienta al frente de la clasificación general y que se vio beneficiado por los problemas que tuvo su compañero y rival Kevin Benavides en los últimos kilómetros de la especial.