A vueltas con el campo de El Naranco

Los carbayones han recibido en los últimos días una comunicación por la que deberán abandonar las instalaciones de la Pixarra, que venían utilizando para los entrenamientos del primer equipo. Como contraprestación, se les ha ofrecido utilizar otras dependencias municipales, aunque solamente podrán hacerlo los sábados mientras no haya competición.

Por todo esto, el Real Oviedo Rugby ha vuelto a incidir a los responsables municipales sobre la necesidad de dotar al campo de rugby de El Naranco de césped artificial. El club no descarta retomar las protestas para exigir una solución.

El club ovetense mira con recelo otras instalaciones del Principado. En Avilés, el campo Jesús Castro de La Toba será habilitado para la práctica de este deporte, lo que permitirá que el Belenos tenga tres campos a su disposición. Esto permitirá en el futuro que la Villa del Adelantado pueda organizar campeonatos de España de categorías inferiores y otros eventos, como la Avilés Cup.

Por otro lado, Gijón cuenta ya con un campo de hierba artificial en La Laboral, que complementa las magníficas instalaciones de Las Mestas, mientras que Llanera ya contempla en su plan urbanístico la construcción de un campo de rugby, que se añadirá a las instalaciones que el Principado tiene en La Morgal.

A juicio del Oviedo Rugby, el cambio de superficie del campo de El Naranco permitiría que los jugadores de base puedan entrenarse de manera segura y limpia y a los equipos sénior disponer de unas instalaciones que faciliten los entrenamientos.