«Para subir el Picu Urriellu hay que sentir pasión»

-Se trata de un libro que reúne lo literario del siglo pasado con lo literario del siglo actual. Es una reedición de textos que Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa de Asturias, y 'El Cainejo' escribieron sobre la escalada que realizaron juntos al Picu Urriellu en el año 1904. También hemos incorporado testimonios de trece personalidades relevantes de la vida del montañismo español para que contrastaran datos y contaran su realidad un siglo más tarde,

-¿Cómo nació la idea?

-Hay que remontarse unos cuatro años atrás. Bernabé Aguirre, promotor de esta iniciativa, es miembro de honor de Cuentamontes, una asociación literaria a la que pertenezco. En 2017 ya le andaba rondando por la cabeza este proyecto, pero por un motivo u otro no pudo llevarse a cabo. Hay que tener en cuenta que organizar esto conlleva un trabajo importante. La condición que Bernabé puso para este encuentro es que todos los que participáramos teníamos que saber qué suponía escalar el Urriellu. Debido a mi vinculación en el ámbito literario, ambos pensamos que era la mejor aportación que podía hacer a este proyecto.

-Lleva toda una vida dedicad a a la montaña. ¿Cómo surgió ese interés?

-Es una tradición vieja y heredada, de antes incluso que el montañismo se desarrollara en España. Lo recibí de mi padre y hoy en día mis nietos ya componen la cuarta generación de escaladores.

-¿Cómo fue subir el Picu Urriellu por primera vez?

-Para subir al Picu Urriellu hay que sentir pasión. Lo hice de la mano de Bernabé Aguirre y César Pérez de Tudela hace solamente siete años. Siempre lo anduve retrasando porque cuando conocí las cifras de la gente que iba a esta cima me eché para atrás automáticamente. No soy nada fanático de las aglomeraciones. Es más, huyo de ellas. Bernabé un día se empeñó y al final hizo que viviera una vivencia única. Ahora puedo afirmar que volveré a subirlo un día de estos y espero que vuelva a ser de la mano de mis amigos.

-¿Cómo afronta los momentos duros que trae consigo la montaña?

-Las experiencias y la dureza de la escalada son como la vida misma. Hay quien piensa que el escalador se está jugando la vida, pero nosotros tenemos los cinco sentidos puestos en la montaña y sabemos dónde poner cada pie y cada mano en todo momento. Es verdad que puedes sufrir algún accidente, pero también lo puedes tener saliendo del portal de tu casa. La montaña y la vida tienen momentos dramáticos y hay que saber lidiar con valentía y actitud cada uno de ellos.

-¿Qué es lo mejor de haber formado parte de este proyecto?

-Sin duda tener la oportunidad de haber vuelto a contactar con mi gente. Gracias a este encuentro nos vamos a volver a ver. Quisiera referirme especialmente a la figura de Bernabé, que no solo es un gran escalador, sino que atesora virtudes de nobleza, dedicación, entrega y sacrificio. Por ello, tengo el placer de otorgarle desde mi asociación el nombramiento de 'Señor del Picu Urriellu'.