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El deporte avilesino celebra mañana miércoles (20 horas, Casa de Cultura) su gala anual en la que este año se premiará con el galardón especial al doctor José Antonio Rodas. Especialista en Medicina Deportiva, su trayectoria profesional al más alto nivel, que le ha llevado, ... entre otros logros, a ser doble medallista olímpico con la selección española de fútbol, siempre ha estado vinculada a su pasión por Avilés, ciudad de la que nunca se ha ido y de la que es embajador en sus múltiples viajes.
–Campeón olímpico con España y premio especial Tiempo de Deporte en su ciudad en el mismo año. ¿Cómo se siente?
–Me parece un honor recibir este premio y que se hayan acordado de mí. Son muchos años ejerciendo la medicina deportiva y que te lo den en tu pueblo es muy bonito. No es falsa modestia, no me lo esperaba para nada y es un honor.
–Es la segunda 'medalla' que se cuelga este año.
–Tiene, incluso, un componente afectivo mayor que una medalla. Es una experiencia excepcional porque hacía 32 años que no se conseguía un oro olímpico, pero hay un sentimiento en la ciudad donde nací, crecí, vivo y trabajo. Es algo más que una medalla.
–Siempre ha sido fiel a Avilés a pesar de que por su profesión quizás sería más fácil en otro sitio.
–He tenido algunas ofertas para irme fuera de Avilés, por ejemplo una a Orense y otra a Valencia. Han sido varias, pero ya no es el hecho económico, sino de la comodidad y de lo bien que me siento cuando estoy en Avilés. Lo económico es algo que es prioridad y estar donde están los buenos profesionales es importante, pero también hay una cosa que se llama vida y familia y ciudad, donde estás a gusto. Además, el nivel de medicina que hay en Asturias es alto.
–Y lo que le supondrá en viajes.
–Hago muchos viajes, por ejemplo en octubre estuve en el congreso de la mutualidad y el pasado viernes en una jornada médica en la federación. Es verdad que hay que desplazarse, pero hay aviones, hay AVE, buenas carreteras. Si estás muy a gusto en un sitio, bien merece el esfuerzo en el viaje. He estado en 36 países y en grandes ciudades europeas, y por ejemplo la comida de aquí no la encuentro en ningún sitio.
–Con ese bagaje, será un gran embajador de Avilés.
–Cuando hablan de que soy asturiano, todo el mundo pregunta si de Oviedo o Gijón, y digo que hay más ciudades en Asturias y que soy de Avilés. Es como cuando hablan de gastronomía, en Asturias hay más cosas que la fabada y el cachopo, y en Avilés se puede comer bien y vivir bien, y hacer cosas bonitas. Me cuesta poco hablar de Avilés.
–Habrá luchado también para quitarle a la ciudad el sambenito de 'fea'.
–En ese caso, fue una noticia hecha por inteligencia artificial, pero me quedo con lo último, con lo de artificial, porque inteligencia, ninguna. Avilés ha cambiado, soy hijo de un obrero de Ensidesa y gracias a esa fábrica pude pagar la matrícula y los estudios con el trabajo de mi padre y mi madre. Lo que nos quitaba por un lado lo daba por otro. La siderurgia siempre ha sido fea, pero nos dio de comer a todos.
–¿Se siente reconocido en casa en los últimos tiempos?
–Tengo el cariño de las personas desde hace muchos años, además del reconocimiento a nivel de prensa, y también de los equipos de fútbol y de los deportistas, de gente como el voley de La Curtidora y de otras actividades. El premio es una parte más de lo que es que te conozcan en tu ciudad, pero hay que mirar en el contexto, soy una parte pequeña. Hace años que me siento muy reconocido por mis conciudadanos, recibí premios como el de la Cofradía del Colesterol 'Avanza Avilés'. Mi perfil no es de falsa humildad, es que soy así, no hay que hacer postura de falsa modestia.
–Es también el reconocimiento a su apuesta por su ciudad para desarrollar una profesión a la que siempre se le ha dado importancia aquí.
–Llevo trabajando en Avilés desde que acabé la carrera hace 36 años. La ciudad ha tenido y tiene muy buenos profesionales, que me incluyan a mí es un honor. Hay traumatólogos, médicos deportivos, rehabilitadores, está el hospital... Se escuchan siempre las malas cosas, pero hay que decir las buenas con mayúsculas. Todo es mejorable, pero tenemos muchas cosas mejores, hay buena salud deportiva.
–¿Cómo ha evolucionado el deporte desde su experiencia?
–Cuando yo empecé y hacía mis primeros pinitos, en el fútbol había un masajista, un fisioterapeuta y un médico. En la actualidad, por ejemplo en la selección española, hay cuatro fisios, nutricionista, un readaptador y un médico. Se ha aprendido mucho sobre las técnicas de recuperación, se conocen más los mecanismos de la lesión, la importancia de las zapatillas y las equipaciones. Los preparadores físicos han aportado un plus y los fisios en Asturias en general, y en Avilés, tienen un nivel alto, y eso ayuda en la prevención de las lesiones.
–Ahora se relaciona el aumento de lesiones por las superficies de hierba artificial o las botas de fútbol. ¿Qué hay de cierto en esa leyenda?
–Ni por la bota, ni por la hierba artificial, hay más lesiones por la suma de muchos factores, a veces, por ejemplo, por un exceso de entrenamiento. La bota ayuda, el césped artificial no cuidado ayuda, pero la falta de conocimiento y de descanso desde edades tempranas puede favorecer. Se está estudiando en la mutualidad, en UEFA y en FIFA, y en los demás deportes, lo mismo, los factores modificables, los que puedas controlar, como botas o tiempo de descanso después de entrenamiento fuerte. Es algo multifactor y multidisciplinar.
–Los niños quieren llevar las botas de las grandes estrellas de fútbol y reproducir lo que hacen y cómo visten.
–A los críos les digo que, ya que copian los hábitos de ropa, corte de pelo..., que copien también otros hábitos. Por ejemplo, si entrenan a las cinco, que estén a las cuatro y media para hacer rutinas de prevención, y que imiten con lo que se alimentan y lo que descansan. Les aconsejo que lo hagan.
–¿Y a nivel amateur? ¿Somos muy 'burros' a la hora de practicar deportes sin la suficiente preparación?
–Burros no, insensatos, porque no miden el peligro. Si tienes sobrepeso y corres por terreno duro con un calzado inadecuado, te la estás jugando. El deporte es considerado como un medicamento, y como cualquier medicamento tienes que tomar la dosis justa. Entonces, ¿por qué el fin de semana te tomas una sobredosis de deporte como si te tomaras de quince pastillas a la vez? A nadie se le ocurre eso. No es ni ignorancia, es insensatez.
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