DANI BUSTO
GIJÓN.
Miércoles, 29 de agosto 2018, 00:22
'Wilandro 3' fue el más madrugador. Su nombre aparecía en el primer lugar del listado, así que poco antes de las once en punto ya encabezaba una pequeña fila de caballos que esperaban su turno. La montura de la belga Annelies Vorsselmans, guiada por su moza de cuadras, inició el control veterinario que ayer se prolongó durante buena parte del día. Por la rutinaria y obligada inspección pasaron los 221 caballos que, a partir de hoy, tomarán partida en el Concurso de Saltos Internacional Oficial gijonés. Cuatro de ellos, sin embargo, tendrán que repetir previamente la inspección, ya que ayer no obtuvieron el visto bueno de los veterinarios.
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El primero de los pasos a seguir en este tipo de controles veterinarios consiste en identificar al caballo. La tecnología permite este reconocimiento a través de un microchip que el ejemplar lleva implantado. En el caso de que se produzca algún fallo o haya algún problema con ese dispositivo, se pasa al procedimiento tradicional: comprobar en el pasaporte del caballo, en papel, su reseña, donde van todas sus marcas y rasgos que permiten reconocerlo.
'Wilandro 3' demuestra ser quien es y pasa al siguiente punto de control. Empieza a trotar. Esto sirve al equipo de veterinarios para comprobar si sufre algún tipo de molestia en sus patas o si se encuentra en un estado de forma óptimo. El ojo de los especialistas ya está acostumbrado a detectar posibles cojeras, por muy leves que sean, según explica Marifé Cuervo, presidenta del jurado del CSIO.
«Esto no es un examen de compra, es un examen deportivo. Tenemos que comprobar que el caballo va a salir a pista en perfectas condiciones, que no viene con lesiones del viaje», indica Cuervo, al tiempo que añade que «también se controla que esté al día con el tema de las vacunas».
La salud del caballo se vigila prácticamente las 24 horas del día. De hecho, a su llegada a Gijón, en los días previos al inicio del concurso, las monturas son revisadas según entran en las cuadras. «Se someten a un chequeo general y aquellos que tuviesen síntomas de fiebre quedan aislados sanitariamente y no podrían presentarse al control», afirma Rosa Sanmartín, presidenta de la comisión veterinaria en Las Mestas. «Se hace un control exhaustivo para evitar enfermedades contagiosas. La salud de los caballos es primordial para que estén al cien por cien», añade la especialista.
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Por lo general, la gran mayoría de los caballos superan sin problemas este control veterinario, pero aquellos que arrastran algún problema físico o acusen el cansancio de un largo viaje hoy tendrán una segunda oportunidad. Con todo, los jinetes no suelen correr riesgos. «Son caballos de deporte de alto nivel y está súper cuidados. Sus jinetes, ante la menor duda, no los presentan», afirma Sanmartín, quien cumple su segundo año como presidenta de esta comisión.
Una vez superado su primer obstáculo del concurso, 'Wilandro 3' ya descansa en las cuadras. Hoy comenzarán las auténticas pruebas en las que deberá demostrar su valía.
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