«De este proceso tenemos que salir reforzados todos»

-La asamblea general ha hablado claro: apoyo total de los estamentos de deportistas y árbitros y prácticamente del de técnicos.

-Los resultados aún no son definitivos, pero sí parece que tenemos a la asamblea a nuestro favor. Los candidatos que nos apoyaban han sido elegidos.

-La otra candidata, Irene Ribelles, no continuará en esta carrera. No ha sido elegida.

-Eso entiendo, pero no sé la postura que va a tomar. Yo sé la que tomaría en su lugar. Pero no puedo hablar por ella. Sería lo lógico. Pero el reglamento no dice que si no eres asambleísta no te puedes presentar. Pero tengo clara mi postura. La suya, no.

-¿Cómo ha recibido los resultados?

-Muy tranquila, haciendo lo que hago habitualmente. Habrá que esperar hasta el día 17, cuando se proclame la asamblea de forma definitiva y pueda presentar mi candidatura de forma oficial. Si no hay problemas, seré la nueva presidenta y comenzaremos a trabajar. El equipo lo tenemos formado y hemos presentado un programa no a lo loco. El trabajo ha sido previo.

-¿Por qué ha decidido dar este salto?

-Yo apoyé la candidatura de Juan Rionda en 2020. Nos comentó que, si la junta le respaldaba, se presentaría a las elecciones por última vez. En ese momento hubo una escisión. Se marcharon personas de la junta para montar una candidatura, pero yo consideré que me tenía que quedar. Por lealtad y porque así se lo había dicho. Cuando se resolvió el conflicto de las elecciones y se convocaron unas nuevas, Juan Rionda mantuvo su palabra de no presentarse de nuevo. Fue entonces cuando decidí dar este paso adelante. Me veo capaz, tengo ilusión y también compromiso y me veo rodeada de un buen equipo de gente montañera que conoce bien cada disciplina deportiva.

-Y ahora llegan unas elecciones tras las anuladas entonces.

-No es nada aplicable a mí ni a nadie. No voy a irme al pasado, sino al presente y al futuro. Espero que ahora no haya ninguna impugnación, que no busquen un motivo para hacerlo. Legalmente les dieron entonces la razón, pero, éticamente, no estoy de acuerdo. Pero, a pesar de esa impugnación, no ha habido un parón federativo, aunque la junta tiene sus competencias limitadas. No puede hacer inversiones. Pero no ha habido ningún parón.

-Se les acusa de ser una candidatura continuista.

-No me encaja. Somos continuistas en el sentido que llevamos dos años, desde que se impugnaron las elecciones, en la junta. De ahí lo del continuismo. Pero hemos impulsado todos los aspectos relacionados con la Federación del Principado. Y, de hecho, son más los que se incorporan que los que quedamos.

-¿Es más fácil impulsar una nueva territorial desde dentro?

-Estoy convencida, pero no solo desde dentro. Hemos creado una vocalía de barranquismo y un equipo de tecnificación de barranquismo, que ya dado sus frutos, y hemos dado un impulso a la formación, que estaba paralizada y no bien desarrollada porque los técnicos que la daban no eran elegidos de un modo democrático. Un paso adelante. Esa transparencia que se nos pide. Nos quedan muchos aspectos pendientes incluidos en el programa y que desarrollaremos si finalmente mi candidatura tiene la responsabilidad hasta 2024.

-¿Está dividida la territorial?

-Este proceso ha llevado a dos partes distintas, pero es algo bueno porque hasta ahora había cierta apatía entre los federados. Teníamos dos opciones nos han llevado a que se movilicen para votar, algo que no venía pasando. Eso es que la Federación está viva.

-¿La relación tirante con la Española es un hándicap?

-Lo he hablado con su presidente. Voy a estar al lado de la Federación Española en todo momento. Ni un paso atrás ni adelante. La nacional está atravesando un momento complicado. He venido colaborando en mi responsabilidad, la vocalía de carreras de montaña, en todo y lo voy a seguir haciendo. Se han enconado un poco las cosas por el tema del Convenio de Correspondencia Mutua de Refugios. La nacional está atravesando un momento complicado. No sé de quién es la culpa. En menos de dos años, casi cuarenta cargos directos han dimitido. Evidentemente, hay un problema serio. Algo no funciona.

-¿Seguirá el Convenio de Correspondencia Mutua de Refugios?

-Cuando once territoriales deciden firmar un acuerdo que impulsan cuatro, está claro que el descontento es palpable. Que no se nos olvide que no lo han firmado las juntas, sino las asambleas de las federaciones. El acuerdo puede ser mejor o peor. Vamos a sentarnos todos a hablar. Es ahí donde la Federación Española debería dar el primer paso. No tengo mucha relación. Ni buena ni mala. Es necesario el diálogo. De este proceso hay que salir reforzados todos. No podemos permitirnos el deterioro de la institución.

-¿Y los grupos de montaña?

-Tenemos el respaldo digamos, de los grupos de siempre, pero también de otros. Lo importante es que la gente llegue a la montaña y que acabe participando en la territorial. No es obligatorio federarse para ir a la montaña, pero, en el tema de formación y seguridad, íbamos a ganar todos mucho. Por otra parte, hay que recuperar ese espíritu suyo de escuelas de montañeros, pero en un sentido más amplio. Hay otras formas de llegar a la montaña. Por ejemplo, gente que empieza a correr por la mañana. Tenemos la obligación moral de potenciar la figura de los clubes y dar a los montañeros las opciones que reclaman. No sé si es la palabra correcta, pero hay que reinventarse, favorecer su actividad. No pueden desaparecer. Son la piedra angular de la federación.