Uno de los mozos hace trotar al caballo para comprobar que no tiene cojeras ni ningún tipo de lesiones. FOTOS: ARNALDO GARCÍA

El primer salto, para poder competir

Dos caballos no pasaron ayer el reconocimiento veterinario previo al concurso internacional | Marifé Cuervo, presidenta del jurado del CSIO, explica los pasos a seguir en el control «que nos confirma si están o no en condiciones»

SENÉN MORÁN

GIJÓN.

Miércoles, 28 de agosto 2019, 00:13

«Si tienen cualquier herida o vemos que algo les puede causar un sobresfuerzo, no les dejaremos competir». Los protagonistas se ponen a punto en Las Mestas. Desde las once en punto de la mañana, los doscientos cincuenta caballos que participarán en los próximos días ... en el Concurso de Saltos Internacional oficial de Gijón pasaron por la rutinaria inspección veterinaria. Marifé Cuervo, presidenta del jurado del CSIO, desgrana los pasos a seguir para dar el visto positivo (o negativo) a los animales que harán las delicias del público asturiano los próximos cinco días.

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El reconocimiento sigue unas pautas concretas, un listón que tan solo dos caballos no pudieron superar. El primer paso consiste en «identificar el caballo». En este proceso entra en juego la tecnología. Los ejemplares llevan implantado un microchip que permite su reconocimiento. Si éste no funcionase se recurre al método tradicional: echar mano del pasaporte del caballo, en papel, donde tienen recogido su microchip, identificación por dibujo (reseña) y vacunas. En segundo lugar, «por el libro» se encargan de comprobar si «las vacunas están en regla», pues «los caballos tienen que vacunarse cada seis meses contra la gripe equina». Una vez realizados ambos procedimientos, los ponen «a trotar» porque «es en el trote donde mejor se observa si tuvieran una cojera o algún problema que le impidiera estar en el concurso».

Los problemas habituales que se encuentran vienen causados principalmente por el transporte, pues las largas distancias de trayecto en alguna ocasión y el espacio reducido en el que se trasladan puede causarles lesiones. «Lo normal es que se hayan hecho heridas en el camión o que estén algo encogidos por las largas horas que han pasado en viaje», a esto Cuervo añadió que «si tienen cualquier problema no pueden competir». La tónica general es que superen las pruebas, pues en los últimos años, que no hayan podido competir, «igual hay tres caballos».

Como en esos últimos años, desde la mañana, que se presentó ayer con el cielo encapotado en el complejo deportivo y con los caballos en fila esperando su turno, los equinos se sometieron al chequeo. Este proceso, que ocupó las miradas de los especialistas, consiste en «una revisión general, no en un reconocimiento médico para una compra» y tiene la finalidad de controlar «el estado del caballo» para tener conocimiento sobre si «deportivamente está apto para competir».

A su vez, desde los servicios veterinarios se hacen cargo de «la identidad y las vacunas para asegurarnos de que vengan con todas las garantías sanitarias para poder estar en este recinto». Aquellos que no consigan pasar esta fase previa al concurso tendrán «la oportunidad de volver a intentarlo mañana -por hoy-». «Normalmente vienen muy bien preparados», precisa Cuervo.

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Los dos ejemplares que no han pasado el control tendrán mañana esa repesca. Los doscientos cuarenta y ocho restantes ya esperan en sus cuadras, con el primer salto superado, a que llegue el espectáculo donde tendrán que demostrar por qué están en el concurso gijonés.

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