La pista de fútbol-sala de Mareo ya es historia

La base del club rojiblanco comenzó a jugar en el frontón de la Universidad Laboral antes de trasladarse a Mareo. La Escuela de Fútbol se inauguró en 1978 y pocos años más tarde llegaron los primeros conjuntos de categoría benjamín. Jesús Uribe y su hijo 'Josu' fueron de los primeros en entrenar a los más jóvenes. Luego llegaron Jorge Luis y Emilio de Dios.

El primero de ellos, hoy utillero del primer equipo, fue quien se fijó en un pequeño jugador del Romanón de nombre Javier Fuego. «Llegué al Sporting en le año 1993. Fue Jorge Luis, una persona muy importante en mi formación, quien me llevó a Mareo. Nada más llegar me hicieron capitán, pero solo por el hecho de que fui el primero en firmar la ficha», dice el ex del Sporting.

No son muchos los futbolistas que pueden presumir de haber llegado al primer equipo tras haber jugado en los benjamines rojiblancos. Además de Javi Fuego, pueden decirlo Rubén Suárez, Moisés, Manu Fernández y, más recientemente, Gaspar y Gragera.

«Recuerdo estar en un grupo muy bueno. Me acuerdo de todos. Efrén y Víctor eran los porteros, José y yo éramos los cierres, Jony, Moi y Noel jugaban por la derecha, Jorge y Germán por la izquierda y Alberto Medio de delantero», afirma Fuego. El excapitán del Sporting cree que la construcción de un nuevo pabellón sería «un paso muy importante que debería haberse hecho hace tiempo porque un club como el Sporting tiene que tener las mejores instalaciones». El poleso mantiene recuerdos muy buenos y algún que otro tropiezo. «Teníamos muy buen conjunto, pero en semifinales del campeonato de Asturias nos eliminó el Real Avilés, que contaban un grupo buenísimo», señala el exsportinguista.

Muchos de los que pasaron por Mareo tienen aún recuerdos de Quini. 'El Brujo' se dejaba ver por la pista de los benjamines en muchas ocasiones. «Quini estaba en todos lados. Nosotros lo veíamos tras la valla, con todo lo que eso significaba para nosotros», hace hincapié Fuego, quien también recuerda cómo un día, en un torneo disputado en esa misma pista, los últimos fichajes del Sporting, Morales y Velasco, les estaban viendo jugar. «Venían del Real Madrid y tras el partido nos sacamos fotos con ellos. Fue una pasada», dice.

Otro de los que llegó al primer equipo y pasó por las categorías de fútbol-sala fue Manu Fernández. El exportero se incorporó a Mareo desde La Braña. «Al principio mi padre no quería que fuera al Sporting, pero mis compañeros pasaban a fútbol once y a mí me quedaba un año más de pista, así que decidimos firmar. Los recuerdos son los mejores», apunta el gijonés.

Manu se proclamó campeón de Asturias, primero, y de España, después, con una Selección Asturiana que se cimentaba en aquel Sporting. Una de las primeras lecciones como portero que recibió Manu le dejó marcado para siempre. «Aprendí muy rápido que no se puede jugar debajo de los palos porque en una estirada me pegué tal cabezazo con la portería que me tuvieron que poner puntos», explica el ex del Dépor, Recreativo y Alavés, entre otros.

Los recuerdos de la pista son para toda la vida. Manu admite que, según pasaba los años, se daba cuenta de lo que había significado para él. «Me emocionaba al pensar que allí había empezado todo». El Sporting tiene permiso de la Federación para que sus benjamines terminen la temporada sobre césped artificial.