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Natalia Stoyanova, a la derecha, junto a sus compañeras del Club Rítmica Milany, en el pabellón de La Tejerona. JUAN CARLOS TUERO
Piruetas contra la burocracia
GIMNASIA RÍTMICA

Piruetas contra la burocracia

Natalia Stoyanova, nacida en Gijón, espera conseguir la nacionalidad española para competir en las pruebas nacionales

JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

gijón.

Jueves, 13 de febrero 2020, 00:14

No le hablen de papeles ni trámites burocráticos. Ella solo entiende de piruetas, las mismas que hacía por el pasillo de su casa desde muy pequeña. «¿Quieres apuntarte a gimnasia en el cole?», le planteó su madre, buscando una solución a la inquietud artística de su hija. A partir de ahí, Natalia Stoyanova Slavcheva no frenó. Se inscribió en la actividad extraescolar en el Colegio Elisburu y ahí cruzó su camino con el Club Rítmica Milany, cuyas entrenadoras no tardaron en detectar el talento de esta gijonesa, de padres búlgaros. Sus cualidades y su ilusión por progresar hicieron el resto. Con ocho años recién cumplidos (el día 31 de diciembre) ha dejado muestras de su evolución sobre el tapiz hasta convertirse hace unos meses en campeona de Asturias en el nivel promoción, dentro de la categoría prebenjamín.

«Tiene unas condiciones innatas fabulosas», asegura su entrenadora Aida Otero, orgullosa del crecimiento de una niña que lleva tres años practicando gimnasia rítmica y hasta el curso pasado no empezó a competir.

Sin embargo, por el camino, se ambas se han encontrado un obstáculo inesperado. Natalia no tiene documento nacional de identidad. Dicho de otro modo, aún no dispone de la nacionalidad española a pesar de haber nacido en Gijón.

La tramitación iniciada por sus padres se ha demorado más de lo esperado y, si la espera se prolonga en el tiempo, la joven promesa podría tener que renunciar a competir en torneos fuera de Asturias, de acuerdo al marco regulador de los organismos federativos.

Natalia, de momento, ya ha subido al nivel base y formará parte de la nómina de gimnastas asturianas que disputarán el regional el próximo día 22 de febrero, en el pabellón de La Tejerona, lugar habitual de entrenamiento para el Club Rítmica Milany.

Aquí ha surgido el primer inconveniente. El citado nivel sí está regido por la Federación Española, no en vano el próximo torneo es clasificatorio para el Campeonato de España, y por tanto necesita contar con dni español.

El organismo federativo nacional, después de dos negativas, ha accedido finalmente ha conceder una tregua para esta competición y permitir que Natalia compita al igual que sus compañeras. Este permiso es provisional, teóricamente hasta que la pequeña renueve el pasaporte búlgaro, el próximo 4 de marzo.

Sus padres han cursado ya la solicitud pertinente para que Natalia sea española de pleno derecho (no influye el hecho de que haya nacido en Gijón para agilizar los tiempos). Sin embargo, los trámites burocráticos tienen sus plazos y puede que jueguen en contra de los deseos de una niña, cuyo único deseo es competir y disfrutar de la gimnasia rítmica.

Ahora mismo, a la espera de una respuesta, ya está centrada en la cita del próximo sábado 22, una competición que asegura la joven promesa «he preparado muy bien».

Tanto sus padres como su entrenadora confían en una pronta solución que termine con las trabas para que Natalia pueda alcanzar sus sueños sobre el tapiz.

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