Borrar
Julio Quintero, José Luis Franco y Arcadio Fernández en el Kilometrín. A. GARCÍA

«Pasé de no poder subir ni una escalera a tener una vida plena»

Ilusión. José Luis Franco, Julio Quintero y Arcadio Fernández esperan ansiosos los Juegos Nacionales de Trasplantados que, por primera vez, serán en Gijón

Jueves, 20 de enero 2022, 03:07

Quien lo ha vivido, lo tiene claro: «Cuando la muerte llega y todo se acaba, uno vuelve a nacer». Eso es lo que significa un trasplante para la gente que, gracias a que otras personas deciden donar sus órganos, observan como el miedo y la angustia de ver sus vidas pender de un hilo, se transforma en una explosión de felicidad. Este proceso lo han vivido José Luis Franco, Julio Quintero y Arcadio Fernández quienes participarán en los Juegos Nacionales de Trasplantados que, por primera vez en la historia, se celebrarán en Gijón desde el 28 de abril al 2 de mayo. «Estamos ansiosos de que lleguen», explican al describir el evento como «la conjunción de dos pilares fundamentales como son el deporte y la solidaridad».

La hermana de José Luis Franco falleció con solo once años por una fibrosis pulmonar. La pesadilla para esta familia no terminó ahí. Al poco tiempo, el propio José Luis requería de un trasplante por la misma problemática. En esta ocasión, pudo salir adelante, pero no olvida lo vivido. «No podía subir ni una escalera ¿Qué escalera? Casi ni un peldaño. De aquella estudiaba con 24 años Derecho en la Universidad de Oviedo y resultaba imposible acudir a clase», recuerda. Por ello, el trasplante le permitió «tener una vida plena, exactamente igual a la de antes de enfermar», cuando de no haber sido así, no habría salido adelante.

De ese trasplante pasaron 23 años, y como por aquel entonces, Asturias continúa sin hacer trasplantes pulmonares. Franco fue el último paciente en acudir a Valencia, ya que desde entonces, se realizan en Cantabria lo que «resulta más cómodo, tanto a nivel de cercanía, como por cuestiones económicas». Y durante estas más de dos décadas, no ha parado de hacer deporte. Algo que en su caso es lógico porque siempre hizo ejercicio físico, pero que a otra gente, menos acostumbrada, le cuesta más. Por ello, incide en la importancia de que los médicos insistan a los trasplantados en la necesidad de ejercitarse. «Al principio hay miedo. Uno se siente frágil y teme que al realizar esfuerzos, el aparente bienestar se termine. Esto solo responde a una cuestión psicológica, no hay criterio científico alguno al respecto», matiza Julio Quintero, que lleva cuatro años con sus nuevos riñones. Ahora todo lo ve con optimismo, pero recalca la tensión que siente el enfermo ante la duda de si se encontrará algún donante compatible. Si todo sale según lo estipulado, tiene que hacer frente a un año de espera para entrar en el listado desde que surge la necesidad. Y a partir de ahí, confiar en que haya un órgano que resulte compatible. Mientras, «uno no sabe lo que le queda de vida, solo que el tiempo juega en nuestra contra». Al superar esta situación entiende que la conciencia sobre mantener unos hábitos saludables aumenta. Y para ello, resulta fundamental la práctica deportiva. En su caso, la natación porque «presenta importantes beneficios para la salud».

Arcadio Fernández comenzó con el golf después de ser trasplantado del hígado a causa de un tumor. Siempre hizo deporte, pero al principio sentía miedo. «Cuando aparecía la fatiga, me preocupaba. Sin embargo, no había razón para ello. Gozo de la misma salud que una persona con los órganos originales», comenta. Por ello, insiste en que «donar solo tiene beneficios, y ni un solo perjuicio». Es consciente de que como otras tantas personas, está vivo gracias a la solidaridad «de quien permite que otra persona tenga una segunda oportunidad».

Tendencia al alza

Asturias es la quinta comunidad autónoma que más trasplantes realiza de toda España. Incluso, la pandemia no ha frenado una tendencia al alza que se ha ido consolidando en los últimos años. Pese a ello, la presidenta de Asociación Deporte y Trasplante Noelia Ortega considera que la celebración de un evento como los Juegos Nacionales de Trasplantados «desempeña un papel importante en materia de difusión ya que aún hay que seguir avanzando». El hecho de trasladarlos por primera vez, en su décima edición a Gijón, confía en que suponga un impulso porque los buenos datos de la región empeoran si se tiene en cuenta solo a los trasplantados que practican deporte con frecuencia. Al menos, esta conclusión se desprende atendiendo al número de inscritos en algún tipo de organización válida para el recuento. Por ejemplo, la Asociación Deporte y Trasplante tiene 180 socios en toda España, de los cuales solo cuatro viven en Asturias. Su presidenta insiste en la importancia de la práctica deportiva ya que, reduce los efectos negativos de la medicación y refuerza el autoestima.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio «Pasé de no poder subir ni una escalera a tener una vida plena»