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Milín Llamedo, en la salida del Descenso del Sella en Arriondas. AURELIO FLÓREZ

Milín Llamedo señala el camino

El campeón del Sella de 2018 comparte los secretos del triunfo en el Sella con EL COMERCIO

Miércoles, 31 de julio 2019, 00:14

La duda razonable permanece instalada en la cabeza de los miles de aficionados que, como un clavo, volverán a apostarse el próximo sábado en los márgenes del río o en los cómodos sofás delante del televisor. ¿Qué Descenso Internacional del Sella se van encontrar en esta ocasión? ¿Qué pareja cruzará el puente de Ribadesella en primer lugar?

El Descenso Internacional del Sella cumple 83 velas. Cientos de piragüistas de todo el mundo aguardan el momento de que el cepo se abra para buscar la victoria. Entre ellos no estará Milín Llamedo. Como ocurrió en la anterior edición, los ganadores de 2018 serán unos de los ausentes. Una lesión en el brazo impedirá al asturiano estar en esta ocasión entre los buscadores del máximo honor.

No obstante, el campeón comparte, junto al Sella, los secretos del triunfo con EL COMERCIO. Desvela las claves del recorrido de 20 kilómetros que conduce a lo más alto del podio. Las que él siguió, junto a su compañero Pedro Vázquez, hace un año, tras un final de infarto, para conseguir un triunfo completamente asturiano veintidós años después.

El piragüista no se aventura a hablar de favoritos en los días previos a la competición porque, a su juicio, «es difícil decir quiénes son los que parten como principales candidatos para ganar», aunque, no obstante, afirma «hay tres o cuatro embarcaciones que podrán optar a la victoria».

Mientras Arriondas muestra ya sus mejores galas, con los balcones luciendo las banderas del Descenso Internacional del Sella, Asturias y de España, Llamedo, metido de lleno en el ambiente, comparte los principales puntos a tener en cuenta para alcanzar el puente de Ribadesella. Pero antes advierte de un trámite que pasa desapercibido para muchos.

«En el Sella teníamos la peculiaridad de que la gente hace treinta o cuarenta años no aguantaba en la salida y era incontrolable en un evento que reúne unas ochocientas personas compitiendo», explica Llamedo sobre el uso de los cepos, que son «un sistema para que todos los palistas tengan sus palas aquí dentro».

La misión es que, recuerda, «todos salgamos al mismo tiempo». «Esto podemos decir que es único porque en ningún sitio existe. De hecho hay competiciones a nivel mundial que piden esta salida al Sella porque ahora están teniendo mucha afluencia y se aseguran que el inicio sea de la forma más limpia posible», dice.

«Para los participantes de este año será muy importante cómo encuentren el caudal de la ría y quién llegue en mejor posición porque estará muy delicada la situación. En mi opinión va a ser clave el ver quién consigue entrar el primero», afirma Milín.

Unos de los momentos 'peligrosos' de la carrera se vivirá en la salida. «Allí no se puede ganar, pero sí que se puede perder», advierte. El palista apunta que «tengo momentos de haber estado entre los favoritos y haber perdido todas las opciones de victoria nada más empezar» y que uno de los problemas este año será que «cuando se metan en el agua va a cubrir bastante y será más difícil subirse a la piragüa».

Superado el primer trámite inicial, los piragüistas alcanzarán la zona de Fuentes, el lugar, a su juicio, «más odiado» por los piragüistas. Un momento de la prueba en el que «los beneficiados son los que más entrenado». Después llegarán otros también complicados como Toraño -«el río se queda un poco en calma»-, Llordón -«se guardan las fuerzas»- o Llovio -«allí será clave coger la cabeza»-.

Después llegará la isla de La Boticaria, uno de los puntos algunos años que más preocupa, no estará vestida el sábado de polémica en esta edición porque «con la bajamar que habrá será imposible pasar por dentro. Este año está claro. No habrá que bajarse».

El final de la carrera, la llegada al puente de Ribadesella, tendrá como punto clave «la marea», que estará baja. Llamedo bromea sobre aquella tradicional frase que dice que 'el que primero ve el puente suele ganar'. Y lo hace porque el año pasado no lo vieron en primer lugar y, sin embargo, acabaron consiguiendo ganar el Descenso Internacional.

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