Juegos Paralímpicos: El asturiano Alberto Suárez Laso remonta y logra la plata en la maratón

Medalla de plata para el asturiano Alberto Suárez Laso. El fondista de Riosa, a los 46 años, ha conseguido la segunda posición en la maratón de los Juegos Paralímpicos que terminaron ayer en París. Significó la medalla cuarenta para la delegación española en el certamen y la tercera que consigue el atleta asturiano a lo largo de su carrera. Suárez Laso tiene una trayectoria ejemplar, jalonada de éxitos como el oro en Londres 2012 y la plata en Río 2016. A pesar de la complejidad del reto, Suárez Laso ha conseguido lo que parecía imposible, volver a colgarse una medalla ocho años después de la presea que consiguió en Brasil.

Sobre los 42.195 metros realizó una carrera llena de inteligencia, sin cambiar su ritmo a pesar de que algunos de sus principales rivales por el podio pusieron al principio de la prueba tierra de por medio, con un paso demasiado rápido.

El corredor asturiano no se puso nervioso a pesar de la situación de carrera y echó mano de de su experiencia para gestionar la situación, consciente de que la prueba se podía decidir en la segunda parte. La jugada no le podía salir mejor a Suárez Laso. En la segunda media maratón remontó varios puestos, superando al marroquí El Amin Chentouf (bronce final) y dejó atrás al ruso Denis Gavrilov.

El asturiano subió al segundo cajón del podio, solo por detrás de otro marroquí, Wajdi Boukhili, que le aventajó en 1.57. Suárez Laso concluyó en 2.24, una marca nada despreciable teniendo en cuenta su edad y la comparativa con el resto de rivales, más jóvenes.

Cabe recordar que el atleta asturiano compite en la categoría T12 para deportistas con discapacidad. Suárez Laso tiene una enfermedad congénita que afecta a la visión.

Alberto Suárez Laso ha vuelto hacerlo y ayer se colgó, nuevamente, una presea, y van tres, en los Juegos Paralímpicos. «Esta nueva medalla en los Juegos me sabe a gloria. Es muy emocionante. Son muchos meses trabajando para estar aquí», señaló el internacional de Riosa tras la carrera, al tiempo que añadía que «en Tokio (donde no logró medalla) llegué un poco lesionado y eso te hace tener una sensación agridulce, pero el trabajo se vio reflejado ahora en este segundo puesto». También quiso dedicar la medalla a mucha gente, «pero sobre todo a mi familia, a mi hijo, que mañana (por hoy) cumple 15 años». Tampoco olvidó a su entrenador, «que está constantemente a mi lado y a la gente que me ayuda a entrenar todos los días en Oviedo». El fondistas preparado por Jesús Castaño tiró de galones durante la prueba en la que «era un poco arriesgado salir ya por debajo del ritmo de 3.20 e intenté mantenerme ahí en ese grupo secundario al principio un poco refugiado hasta el kilómetro 10». Desde ese momento tiro del grupo, hasta que en el avituallamiento del 35 supo que el marroquí El Amin Chentouf, segundo clasificado, estaba en dificultades: «Estaba muerto, pero le podía coger. Esa fuerza fue la que me hizo poder llegar al final y conseguir la medalla».

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