Javier Hernanz: «La Federación tiene que estar al gran nivel de nuestros deportistas»

En total, Javier Hernanz recibió ayer el apoyo de 57 de los 66 miembros de la asamblea en una votación electrónica en la que se solo se produjeron seis abstenciones y tres votos en blanco y que tuvo como escenario la sede madrileña del Comité Olímpico Español (COE). De ella fue testigo su presidente, Alejandro Blanco, quien felicitó al nuevo máximo mandatario del piragüismo nacional.

El que fuera olímpico en Atenas 2004 y Río 2016, con un currículo salpicado por numerosas medallas nacionales y títulos nacionales, tiene claro que su presencia en el sillón presidencial obedece a que «nuestro deporte necesita una gestión al nivel de nuestros deportistas, que son de los mejores del mundo».

Hernanz cree que ha recibido el respaldo de la gran mayoría de los asambleístas «porque ha habido un descontento generalizado entre todos los piragüistas, a los que se han unido los clubes y el resto de los estamentos en gran medida».

Y es que el piragüismo español precisaba un cambio dado que en los nueve meses de gestión de Pedro Pablo Barrios el malestar fue generalizado en un colectivo que se vio ensalzado por los últimos resultados internacionales, especialmente las medallas logradas en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Hernanz pone de relieve que regir la Federación Española de Piragüismo es algo muy serio. En este sentido, el parragués apunta a que «nuestra gente se merece un trabajo de casi 24 horas al día, como el esfuerzo que hacen ellos en cada entrenamiento y competición».

De cómo se debería reorganizar el ente federativo, el asturiano subraya que «habrá que dividirlo en áreas, en las que debe de haber austeridad, pero sobre todo responsabilidad».

Uno de los cimientos de su programa será que «el piragüismo se acerque a la gente», aunque lo que verdaderamente le preocupa es que sea uno de los deportes de los escolares. En su opinión, al igual que se practica el fútbol, el baloncesto o el tenis, se debería incrementar el número de fichas. «Tenemos cerca de 11.000 y me gustaría que llegásemos a 70.000 o 80.000», concluyó.